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r. s. r.
Martes, 10 de mayo 2016, 06:28
Curioso robo el que se produjo el pasado fin de semana en la localidad de Perales, y no por la forma de cometerse o por el tipo de efectos sustraídos (que también), sino más bien por el comportamiento que tuvieron el autor o los autores del hecho, que por un rato se sintieron como en casa en la vivienda que fue víctima de su acción delictiva.
Los hechos sucedieron el pasado viernes, cuando la propietaria de una casa baja en el municipio de Perales, en la comarca de Carrión, denunció el robo de que había sido víctima. Al parecer, los autores del hecho delictivo accedieron a la casa a través del patio de la misma, una vez que saltaron la tapia exterior. Ya dentro, los ladrones arrancaron uno de los barrotes de una puerta de PVC que hay en ese patio y con él forzaron la verja de una ventana de acceso a la casa.
Los ladrones consiguieron con este barrote arrancar la verja de la ventana, forzando posteriormente el cristal de la misma hasta que, una vez roto, poder penetrar al interior. Lo más llamativo del hecho fue lo que ocurrió a continuación. Una vez dentro, los delincuentes camparon a sus anchas, hasta el punto de que consumieron bebidas alcohólicas que había en la vivienda y después se ducharon, puesto que la dueña de la vivienda, que habita la casa los fines de semana, se encontró por el suelo las toallas mojadas. Aseados, los delincuentes se marcharon de la vivienda tras el robo, llevándose con ellos efectos tan dispares como un abrigo, unas zapatillas, un polo, un casco, un litro de leche y otro de zumo.
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