El heavy regresa a Palencia

Sin problemas de sonido, sin más retrasos que los habituales, sin lanzamiento de latas al escenario ni contratiempos insalvables. Tras la desagradable suspensión el último día de los sanantolines, la segunda edición del Carrión Rock encontró anoche su cauce con el espíritu navideño, aunque cambiando los gorros rojos por las prendas de cuero, tachuelas y melenas al viento entre los varios centenares de asistentes.

En esta ocasión, la fiesta se trasladó al pabellón Marta Domínguez. No fue en una galaxia muy lejana, pero el lado oscuro se dejó notar en las prendas de los asistentes y en la descarga de decibelios de los cuatro grupos, amenizados por el cómico heavy David César. Abrieron fuego los palentinos Mortero, armados de una bandera castellana y lo que ellos denominan rock cervecero, repleto de humor sin complejos, con temas tan sugerentes como Llama a tu madre, Mal se te tiene que dar o el muy coreado Quiero una Mahou, perfectos para romper el hielo.

Más tarde llegó el turno de Eternity. Estos zaragozanos tenían un hambre especial, tras haber pasado por el mal trago del aplazamiento. Temas como La última noche y Nueva vida, de su último trabajo recopilatorio, multiplicaron las revoluciones del Carrión Rock con su sólido power metal de tinte melódico, con momentos álgidos como el solo de batería del joven Adrián Berna. «Es un placer daros, ahora sí que sí, el concierto que merecíais escuchar», confesó a los asistentes su cantante, Diego Royo.

Según llegaba la hora de la cena, se acercaba uno de los platos fuertes: Lords of Black, con la guitarra de Tony Hernando, ex miembro de Saratoga, y la voz de Ronnie Romero, fichado como nuevo cantante de Rainbow, donde compartirá gira con el mítico Ritchie Blackmore. Letras en inglés, sonido poderoso e incontestable para hacer saltar al público.

Pasada la medianoche, estaba programado el broche final con el sello nacional de Obús. Fortu y los suyos no se cansan de repetir que Vamos muy bien, de ordenar a los poderosos Cállate y de advertir, por si no quedase claro, que Va a estallar el Obús. Sus clásicos se mantienen en el candelero con el último recopilatorio Siente el rock and roll, algo que a buen seguro hicieron los palentinos ayer hasta altas horas.