marco alonso
Sábado, 24 de octubre 2015, 01:00
Francis Ford Coppola estaba muy ocupado recibiendo el Premio Princesa de Asturias de las Artes en Oviedo y nada tuvo que ver con la película que pudieron ver las cerca de 3.000 personas que se dieron cita en el Pabellón Marta Domínguez. No obstante, el guion que se pudo leer entre el Quesos Cerrato y el San Pablo Inmobiliaria bien podría llevar la firma del creador de Apocalypse Now por la calidad del espectáculo propuesto y por la capacidad de hacer disfrutar a los espectadores en torno a una búsqueda casi épica: la de la victoria.
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Por el parqué del Marta Domínguez no se pasaron ni Martin Sheen ni Robert Duvall. Tampoco sonó la Cabalgata de las Valquirias de Wagner mientras Dani Pérez y Dani Rodríguez freían al San Pablo Inmobiliaria a cañonazos desde el perímetro, pero Porfi Fisac hizo a su plantilla una oferta que no pudo rechazar. «Tenemos que dar una victoria a toda esta gente que nos está apoyando», gritó el entrenador del Quesos Cerrato a los suyos antes de empezar la contienda, y el equipo siguió a su líder de la misma manera que los indígenas acataban las órdenes del Coronel Kurtz en aquella tribu perdida de la mano de Dios de Apocalypse Now.
El partido comenzó con mucho miedo al juego interior por parte de unos y otros. Parecía que ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a plantear una lucha cuerpo a cuerpo en la zona y, tanto el Quesos Cerrato como el Inmobiliaria San Pablo, dieron protagonismo a sus francotiradores en los primeros minutos del choque. Dani Pérez y Marc Blanch fueron los encargados de apretar el gatillo desde el perímetro y dieron a la diana en la mitad de los seis lanzamientos que probaron. El intercambio de proyectiles se saldó con un resultado de 19-12 en el primer cuarto. La intensidad inicial dio un pequeño margen a los palentinos en la primera batalla, pero aún faltaban tres más por librar para ganar la guerra.
Porfi Fisac decidió sentar al quinteto inicial al completo durante casi todo el segundo cuarto. Dani Pérez descansó tras un inicio arrollador y su lugar lo ocupó un Dani Rodríguez eléctrico y muy certero en la organización del juego. El cambio propuesto por Fisac desbarató los planes del técnico del conjunto burgalés, Andreu Casadevall, y el signo del partido cambió por completo para que se llegara al descanso con un sorprendente 44-28 en el marcador. Las rotaciones refrescaron mucho el juego y, poco a poco, la zona comenzó a tomar un protagonismo que no había tenido anteriormente. Hubo muchos cambios a lo largo del encuentro, pero daba igual quién estuviera sobre la cancha. La intensidad defensiva no bajaba nunca un ápice.
«Entrenamos jóvenes para disparar a la gente, pero sus jefes no les dejan escribir joder en los aviones porque es obsceno», eso decía el personaje que interpretaba Marlon Brando en Apocalipse Now. Por el contrario, Porfi Fisac entrena a jóvenes y no tan jóvenes para que acaben con sus rivales lo antes posible, y ayer lo logró tan pronto que Casadevall bien podría haber escrito en su pizarra la misma palabra que aparecía en esos aviones de los que hablaba Brando. Pero el San Pablo Inmobiliaria es un equipo señor y luchó a brazo partido hasta el final, sin un mal gesto, a pesar de la impotencia que pudo sentir al ver cómo todos sus intentos de acercarse en el marcador eran inútiles gracias a una defensa infranqueable liderada por un genial Lamont Barnes, que valoró 30 puntos y fue despedido por un pabellón en pie.
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La defensa palentina estuvo inconmensurable y el tercer cuarto acabó con un resultado de 59-40. La gesta se antojaba imposible para los burgaleses, pero un buen arranque del último cuarto puso el 61-46 en el marcador y Porfi Fisac pidió tiempo muerto. La mascota del Quesos Cerrato, Robi, saltó a la cancha para recordar a la afición que su implicación es vital para el equipo, y el Marta Domínguez respondió como lo hace siempre: con calor, color y ánimo. Aunque ese trinomio no parecía suficiente y Robi pidió además a la grada que se levantase y que hiciera la ola. Pues dicho y hecho. Pero ninguno de los soldados de Fisac estaba dispuesto a abandonar la batalla para coger olas en medio del fuego cruzado y ayer solo surfeó una afición entregada. La intensidad continuó hasta el final y el partido llegó a su fin con un resultado de 81-62. La contienda acabó y el Pabellón Marta Domínguez no olía a napalm. Olía a victoria. La primera de la temporada en casa.
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