Una línea de alta tensión pone en peligro el yacimiento arqueológico de Dessobriga

El yacimiento arqueológico de Dessobriga, un castro vacceo que fue foco de resistencia de la conquista romana en las Guerras Cántabras y después mansio urbana romana y que se halla localizado entre Osorno y Melgar de Fernamental, podría peligrar ante la posible instalación de torres de una línea de alta tensión que lo atravesarían por la mitad.

Aunque de momento el proyecto, que data del año 2011, está paralizado, las torres metálicas yacen en lo alto del cerro de Las Cuestas a la espera de ser hincadas en el suelo, que esconde un milenio de presencia humana y que ya ha sido objeto de dos campañas de excavaciones arqueológicas, la última concluida hace menos de un mes, dirigidas por la palentina Margarita Torrione, historiadora hispanista, catedrática de la Universidad francesa de Saboya y miembro de la Société Archéologique de Bron.

El delegado territorial de la Junta en Palencia, Luis Domingo González, ha señalado, en declaraciones a la agencia de noticias Ical, que se trata del proyecto de creación de una línea de alta tensión a cargo de la empresa E.On-Viesgo con destino al polígono industrial de Melgar, cuya licencia, según apuntó, está caducada. Luis Domingo González aseguró que tanto desde la Junta como desde los ayuntamientos de Melgar y Osorno se está haciendo todo lo posible para preservar el yacimiento, para lo que se trabaja en intentar trasladar el trazado de la línea de alta tensión para evitar su paso por Dessobriga.

Luis Domingo González informó que se plantearán a la empresa, con la que ya se han mantenido conversaciones, varias propuestas para que las tenga en cuenta a la hora de redactar un nuevo expediente, que deberá, en todo caso, recibir el visto bueno de la Comisión de Patrimonio Cultural para obtener una nueva licencia. La intención es, según añadió, que las propuestas sean trasladas a la empresa antes de que concluya este mes. El delegado de la Junta recordó que la voluntad del Gobierno regional es continuar apoyando campañas de excavaciones en el yacimiento en los próximos años, dada su transcendencia.

El yacimiento, de cerca de 200 hectáreas de extensión, preserva diez siglos de historia de una ciudad, Dessobriga, que pudo haber sido de las primeras que se fundaron en la zona central de la Meseta durante la Segunda Edad del Hierro, aunque hay vestigios de ocupación en la Primera Edad del Hierro, y pervivir a lo largo del tiempo hasta ser asediada durante las Guerras Cántabras, en la conquista romana de Augusto, y después convertirse en lugar de paso de dos importantes vías romanas: la Quitana y el Itinerario Antonino.

Un equipo mixto hispano-francés de la Sociedad Arqueológica de Bron y el Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (Imbeac) formado por 17 personas trabajó entre el 13 de julio y el 8 de agosto en la segunda campaña de excavaciones financiada por la Junta de Castilla y León, que sacó a la luz la existencia de una muralla de 400 metros lineales de longitud que revelaría, en contra de lo que transmitieron los cronistas romanos, que el poblado no fue asimilado de forma pacífica.

Además de la existencia de la muralla, se hallaron dos fosos de cuatro metros de profundidad arrasados e incendiados, así como proyectiles y flechas de asalto que demostrarían la resistencia hacia Roma.

La existencia de restos arqueológicos que avalan la importancia que tuvo durante mil años Dessobriga es de dominio de los habitantes del entorno, de los expertos y de las instituciones desde hace años, pero hasta que no se iniciaron las obra de la autovía del Camino de Santiago, la A-231 entre León-Burgos, en el año 2011, no salieron a la luz las primeras piezas que dieron una pista más fehaciente de lo que allí estaba enterrado. Durante esos trabajos ya se encontraron restos de varias viviendas de la Primera Edad del Hierro ubicadas en las laderas del páramo.