Verbenas, juegos y degustaciones para un pueblo participativo y goloso

Las fiestas de Villamuera de la Cueza reciben el nombre de su patrona, Nuestra Señora de las Nieves, aunque se celebren en agosto, una época más bien vinculada a las altas temperaturas. Y aunque en estas fechas pueda refrescar por la noche, lo que nunca falta es el calor y la pasión que los vecinos demuestran en la organización de los festejos y con su participación en las actividades programadas. «Si no fuese por los vecinos, no habría fiestas», asegura rotundo el alcalde, José Durántez Acero. El regidor insiste en el esfuerzo que comparten el Ayuntamiento y los vecinos para sacar las fiestas adelante.

Según explica José Durántez, los vecinos organizan los juegos para los niños y otras actividades, además de plantear diversas propuestas que se incluyen en el programa. Con medio centenar de habitantes, y aunque en el pueblo no hay peñas o asociaciones, cada vecino aporta su granito de arena a título individual para preparar las fiestas.

Más vida en el pueblo

No obstante, la población del Villamuera puede llegar incluso a triplicarse o cuadruplicarse durante estas fechas de la celebración patronal con la llegada de los veraneantes. «Viene mucha gente de toda España, principalmente de Madrid, Vitoria, Bilbao o Valladolid. La mayoría son hijos del pueblo que vienen a visitar a sus familiares o a pasar las vacaciones de verano en el pueblo. También se da el caso de visitantes que solo pueden venir en fiestas. Sin embargo, cualquier visita, dure el tiempo que dure, es de agradecer, siempre es bonito ver el pueblo con vida», añade. Algunos visitantes no resultan tan fugaces, ya que permanecen en el municipio todo el periodo estival. Estos residentes de verano hacen que la población de la localidad crezca y Villamuera de la Cueza recupere un ritmo de vida más bullicioso.

El programa festivo recoge actividades que ya se han desarrollado en años anteriores. «Desde el Ayuntamiento, se ha adoptado la decisión de mantener un programa similar a otros años, porque son actos que tienen éxito, a la gente le gustan y tienen mucha participación. Si hubiera sido de otro modo, ya lo habríamos modificado», afirma el alcalde. José Durántez señala que el presupuesto para las fiestas del municipio alcanzará en esta ocasión los 4.500 euros, con un aumento de 500 euros respecto al año pasado.

La actividad que más aceptación tiene durante estas fiestas de la Virgen de las Nieves es la chocolatada con la que se cierra la celebración. «Hay muchísima gente todos los años, se podría decir que somos unos vecinos muy dulces», comenta jocoso el alcalde. José Durántez también insiste en que la programación de las fiestas patronales abarca actividades para todos los públicos, pero sobre todo para los niños, ya que la mitad del programa está dedicado al objetivo de que los más pequeños se diviertan.