«Una novela es una historia que persigue dar orden al caos de la vida»

La Librería Café Ateneo (calle Juan de Castilla) ha acogido este jueves el acto de presentación de Donde no estás (editorial Destino, 2015), la última novela del vallisoletano Gustavo Martín Garzo. El escritor compartió además las opiniones de un grupo de lectura que se reúne todos los meses en la librería y que se había puesto como deberes la lectura de esta obra, ambientada en la comarca vallisoletana de los Alcores, en concreto en el pueblo de Villalba, junto a Medina de Rioseco, y que narra el reencuentro de una adolescente que ha perdido a su madre con su pasado, que se combina con un presente marcado por los fantasmas, las apariciones, los recuerdos y secretos que se van desvelando a través de historias y fabulaciones. Martín Garzo fue presentado por el psicoanalista palentino Fernando Martín Adúriz.

El escritor, antes de iniciar la presentación, se mostró satisfecho de la aceptación que ha tenido su última novela entre los lectores y la crítica. «Detrás de todo libro siempre hay una ambición. Para ser escritor hay que ser ambicioso, porque habla a su manera de las cosas esenciales. ¿Un narrador cómo habla de lo que le parece esencial y más significativo? A través de una historia y de sus personajes. Un ensayista lo hace a través de un discurso; un poeta, a través de sus poemas... Pero en última instancia, toda la literatura tiene que ver con el intento de ahondar en el corazón humano, en sus luces y en sus sombras», señaló el autor.

En este sentido, añadió que «el corazón humano es muy complejo y contradictorio, y la literatura debe ser capaz de expresar esos dos lados que hay en él, debe ser capaz de mirar más allá de las apariencias».

Martín Garzo sitúa su nueva novela en el contexto de una continuidad respecto a su obra anterior, no una ruptura. «Es una continuación de ese largo proceso de la escritura, que se parece a una investigación, un enfrentamiento con tus propios fantasmas, secretos y enigmas, que en el fondo son los fantasmas, los secretos y los enigmas de todos los seres humanos. Básicamente, no hacemos si no dar vueltas a lo mismo, a esas preguntas esenciales que constantemente necesitamos hacernos, y que se pueden resumir en dos:la pregunta por la muerte y la pregunta por el amor. Estos son los dos grandes temas de la literatura, los temas con los que se construyen todas las historias que merecen la pena», aseguró Martín Garzo.

Ana, la joven que pierde a su madre y regresa al pueblo para encontrarse con numerosos secretos, se muestra «perpleja ante lo que le rodea», según la define su creador. «Es una chica que tiene 15 años, una edad que normalmente es muy literaria. Hay muchas novelas en las que el personaje central es un adolescente, porque no ha terminado de abandonar del todo la infancia pero no es un adulto, se encuentra en una especie de lugar fronterizo, zona de nadie, y a la vez está muy abierto a todo lo que pueda sucederle», explica Martín Garzo.

Un personaje vivo

Para el escritor, la protagonista aún no tiene una idea del mundo, de lo que son las cosas, ya que se está formando. «En este sentido, el personaje está vivo, porque en la medida que llegamos a unas conclusiones fijas acerca de lo que son las cosas, podemos decir que empezamos a morir. La vida es la apertura, la sorpresa, el encuentro de algo diferente. Este personaje es el de una muchacha que llega al pueblo de donde procede toda la familia de su madre y se enfrenta a ese mundo de los secretos familiares, que, por otra parte, tiene que ver con todos nosotros. ¿En qué familia no hay secretos y enigmas? Ni siquiera las personas más cercanas son conocidas. Todos ocultan cosas de las que nunca nos han hablado ni nos van a hablar nunca. Precisamente, esto de lo que no hablan es lo que mejor define su vida. Lo más literario es siempre lo que ocultamos, lo que callamos», agrega el novelista.

Donde no estás es aparentemente cerrada, pero su autor puntualiza que quedan aspectos sin resolver, «como pasa en la misma vida». «Una novela es una historia que de alguna forma lo que persigue es dar a ese caos que es la vida un orden y un sentido. Es lo que esperamos de una historia, que sea capaz de completar, de hacer con la vida lo que nosotros no somos capaces de hacer. Esta muchacha ha asistido a un montón de revelaciones, pero no está claro que ella sepa muy bien qué es lo que le ha pasado ni qué ha sucedido en ese pueblo», concluye.