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Raquel Martínez Carrascal
Lunes, 1 de junio 2015, 11:26
Más de dos semanas ha estado en el Paseo del Salón la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión, concretamente han sido diecisiete días que han dejado un buen balance entre los siete libreros participantes. «Esperábamos que la feria no bajara en cuanto a ventas y lo hemos conseguido, por lo que nos damos por contentos, porque llevábamos una dinámica en los últimos años de caída, y aunque no es un sector que haya sufrido una debacle, hasta este año el descenso era imparable», explicaba ayer Rafael Moral Palomino, presidente de la Asociación de Libreros de Viejo y Antiguo de Castilla y León (Alvacal), mientas comenzaba a recoger algunos libros de su caseta, quien incidía en el hecho de haber conseguido frenar la caída de ventas y también en la masiva afluencia de público durante estos días.
Las novelas, en todas sus variantes, han sido los libros más vendidos en todas las casetas de la feria. El público, normalmente, no lleva una idea clara de lo que quiere comprar y prefiere perderse en el mar de libros que estos días ha copado el Parque del Salón. «Aquí la gente viene a rebuscar, a mirar y ver qué encuentra, aunque también hay personas que vienen con una idea concreta, buscando el libro con el que estudiaron, el que dejaron a un amigo y no recuperaron, con lo que perdieron el libro y al amigo...», señala Rafael Moral. «Lo que normalmente suele pasar es que no encuentran ese libro, pero se topan con otro del que quizá ya no se acordaban. Como aquí les damos otra oportunidad a los libros, y además más baratos, normalmente se llevan sorpresas y se van con cosas que no esperaban llevarse», agrega el presidente de la asociación de libreros, quien indica que una de las mayores satisfacciones de estos profesionales es ver la cara de las personas que encuentran el libro que buscan.
De la misma manera que la feria toca todos los tipos de libros, el público también ha sido muy heterogéneo. Así, Rafael Moral asegura que los días de diario por la mañana han pasado por la feria eminentemente personas en edad laboral que aprovechaban un descanso en el trabajo para comprar algún libro, mientras que por la tarde el abanico se abría a todo tipo de público. Por otra parte, en las mañanas de los fines de semana, han pasado palentinos de mediana edad, eminentemente solos, mientras que por la tarde se volvía a abrir el abanico, como en los días laborables.
«La feria de Palencia es la más estable de Castilla y León, ha mantenido una línea uniforme, por lo que en época de crisis se agradece», concluyó el presidente.
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