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El Obispo, en la misa crismal de 2014.
Los cambios en las diócesis de Madrid y Valencia aceleran la marcha del obispo

Los cambios en las diócesis de Madrid y Valencia aceleran la marcha del obispo

Esteban Escudero dejará Palencia en breve para volver a Valencia, donde servirá a su condiscípulo Antonio Cañizares

fernando caballero

Jueves, 30 de abril 2015, 11:54

El nombramiento de un obispo ya no es un secreto blindado como solía ser hasta ahora. La política de nombramientos episcopales estaba reservada al conocimiento de unos pocos, casi siempre miembros de la curia de las diócesis afectadas. Además, como es lógico, de los interesados y de quieres han gestionado el nombramiento.

Esta situación ha dado un vuelco, y ahora la curia diocesana palentina, el presbiteriado y la Diócesis en general ya conocen y han asumido la inminente marcha de Esteban Escudero, un obispo valenciano nació en esta ciudad el 4 de febrero de 1946 que llegó a Palencia el 29 de agosto de 2011 con la idea de dirigir esta diócesis con vocación de permanencia después de varios obispos que fueron nombrados para diócesis de mayor relevancia Ricardo Blázquez (1992-1995), Rafael Palmero (1996-2006) y José Ignacio Munilla (2006-2009), además de una larga etapa de sede vacante en la que este último fue el administrador diocesano desde su nuevo destino en San Sebastián.

Escudero es un obispo que estaba muy enraizado en su tierra natal, donde formaba parte de la curia de una diócesis con un funcionamiento radicalmente diferente a la de Palencia y en la que desempeñaba una gran labor como profesor, fruto de su sólida formación teológica, que ha evidenciado en varios libros. Además, es una persona muy familiar y con varios miembros de su familia delicados de salud.

Por estas razones, el prelado palentino solicitó a la Nunciatura del Vaticano en Madrid su regreso a Valencia, pero la respuesta fue negativa: llegó a Palencia con un mandato del Papa con vocación de permanencia y, por otra parte, no es habitual que un obispo que sale de una diócesis como auxiliar para ocupar la titularidad de otra vuelva a su destino anterior. Con estos antecedentes, la marcha de Escudero comenzó a ser un rumor a la que muchos sacerdotes, incluidos los de la curia, no daban crédito, salvo un sector minoritario, que incluso lo alimentaba. Sobre este tema, la Oficina de Comunicación de la Diócesis ha mantenido en todo momento un mutismo absoluto.

¿Qué ha cambiado para que finalmente la Nunciatura haya aceptado la petición de monseñor Escudero? Ha cambiado el escenario del episcopado español en sus niveles más altos. Escudero salió de Valencia cuando Benedicto XVI nombró el 8 de enero de 2009 como arzobispo metropolitano de esa diócesis a Carlos Osoro, de cuya sede tomó posesión el 18 de abril de ese mismo año en sustitución de Agustín García-Gasco Vicente. Pero el Papa Francisco ha encomendado a Osoro ambos mantienen una misma línea ideológica dentro de la Iglesia una misión aún más importarte, la archidiócesis de Madrid, lo que implicaba sustituir en esta decisiva plaza al último gran líder de los obispos españoles, Antonio María Rouco Varela, ahora retirado.

Paralelamente, el sustituto de Osoro en Valencia ha sido, tras su experiencia en el Vaticano como prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en la etapa de Benedicto XVI, el cardenal Antonio Cañizares, con el que Esteban Escudero mantiene una estrecha relación personal fueron condiscípulos e ideológica.

Los dos arzobispos deberán ahora crear su equipo de trabajo, y aquí es donde se ha abierto la puerta para el nuevo destino de Escudero. Cañizares quiere contar con el obispo palentino, y su autoridad y prestigio harán que este deseo se convierta en realidad. Ahora mismo, no hay ningún obispo auxiliar de Valencia, y de Madrid saldrán los dos auxiliares de Rouco Varela. Cañizares ha solicitado que se cubran esas vacantes, y Escudero será uno de ellos, aunque probalemente su destino será el de canciller en la Universidad Católica de Valencia.

La salida del obispo de la Diócesis de Palencia se ha acelerado en las últimas semanas a raíz de la necesidad de recomponer el tablero de auxiliares de los arzobispados de Valencia y Madrid, aunque también será aprovechada para cubrir alguna diócesis más, como Santander, vacante desde hace un año, o la muy importante sustitución del arzobispo de Barcelona, el cardenal Lluís Martínez i Sistach, que se jubila. En este sentido, el palentino Manuel Sánchez Monge, obispo de Mondoñedo-Ferrol, podría ser también destinado a otra diócesis.

La sustitución de Escudero saltó después de Semana Santa a la prensa local (ver El Norte de Castilla del 7 de abril). Desde entonces, el obispo ha mantenido su agenda de actos religiosos: confirmaciones, la peregrinación de la Trapa y presidió la misa de San Telmo en Frómista. La semana pasada participó en el plenario de la Conferencia Episcopal Española, en cuyos cenáculos se pudieron concretar los nuevos nombramientos de obispos.

Conocida, aceptada y asumida la marcha del obispo, lo que se espera ahora es que no se demore en el tiempo, aunque parece ser que el anuncio de su partida a Valencia se producirá a la vez que el nombramiento del nuevo obispo, para evitar un nuevo periodo de sede vacante en la Diócesis palentina.

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