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José María Díaz Díaz
Lunes, 13 de abril 2015, 11:18
Con un entregado público como auditorio, en pleno Camino de Santa Eufemia, bajo la mirada del Cristo del Otero, el periodista radiofónico Isaías Lafuente, enarboló ayer la bandera de vecino dePalencia para hacer una defensa de la particular idiosincrasia del barrio del Cristo, con el que durante su niñez tuvo un estrecha relación, a pesar de no ser su barrio, ya que, según recordó, el vivió en una casa cercana a la estación de trenes, en la Antigua Florida, «a este lado de la frontera de la vía», recalcó.
Aunque el propio pregonero reconoció que sus visitas al barrio del Cristo no eran frecuentes, sino en fechas señaladas como las fiestas de Santo Toribio, sí mantuvo relación con varios vecinos de este barrio, que aún perduran en su memoria y que le permitieron conocer la fuerte personalidad de los residentes en este barrio, al que reconoció como uno de los de mayor impronta de la ciudad. «Hace 50 años, el Ayuntamiento se planteó la posibilidad de trasladar todo el barrio y convertir toda esta zona en tierras de labor, pero se pensó que esta era una buena zona para que vivieran personas con sus familias, y hoy aquí sigue este barrio», indicó Isaías Lafuente.
Sin embargo, el periodista reconoció que la historia del barrio del Cristo no siempre ha sido fácil, puesto que, según indicó, «en Palencia siempre hemos vivido dando la espalda al Cristo», recordando que durante décadas fue uno de los barrios más olvidados por las administraciones públicas, aunque también indicó que «afortunadamente esos tiempos han pasado».
Por ello, Isaías Lafuente quiso prestar «mi voz y mi palabra» a los vecinos del Cristo para hacer un llamamiento al resto de los ciudadanos de Palencia para que «dejen de observar el barrio desde la distancia, dejen de mirar al Cristo desde el retrovisor», señaló el pregonero, quien pidió también a los palentinos que «vengan a vivir al Cristo, que abran negocios».
Pero también reclamó a los representantes políticos que hagan un esfuerzo para que haya un verdadero acercamiento del resto de Palencia al barrio del Cristo. «Hay que pedir a los políticos que contribuyan a achicar distancias entre el barrio y la ciudad, pero sobre todo de la ciudad con el barrio. Se ha transformado mucho el barrio, pero todavía queda mucho por hacer», señaló.
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