La cruz de Villamuera que se expone en Las Edades perteneció a San Zoilo de Carrión

Las Edades del Hombre exhibe una cruz abacial de la primera mitad del siglo XVIprocedente de la iglesia parroquial de Villamuera de la Cueza. La obra fue propuesta por la Delegación Diocesana de Patrimonio para formar parte de la exposición que este año se titula Santa Teresa de Jesús. Maestra de oración. La ficha de esta pieza que acompaña a la imagen en el catálogo oficial de la muestra fue encargada al delegado diocesano de Patrimonio, José Luis Calvo Calleja. El proceso de estudio de la obra para el texto ha permitido revelar un importante descubrimiento: que esta cruz abacial perteneció al monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes, que la vendió a la parroquia de Villamuera en 1613.

José Luis Calvo Calleja ha explicado este jueves que el origen de la investigación partió de su extrañeza de que «un pueblo tan pequeño tuviera una cruz tan buena como esta». Esta pieza, elaborada en plata y plata sobredorada, se encuentra depositada en el Museo Diocesano, aunque en las fiestas de la localidad se la llevan para que presida los actos litúrgicos. Calvo Calleja comenzó a estudiar la cruz con motivo de la última restauración de la cruz llevada a cabo en el año 2012, junto con su colaborador, Antonio Rubio, y con el apoyo del profesor de la Universidad de Valladolid Ramón Pérez de Castro. «Lo primero que observamos fueron imágenes de San Zoilo y de algún santo benedictino, con lo que llegamos a la conclusión inicial de que la pieza perteneció al monasterio carrionés y que Villamuera de la Cueza perteneció al ámbito de influencia de la abadía benedictina», explica Calvo Calleja.

El siguiente paso de la investigación fue estudiar la historia de la obra, para lo que se remitieron a los libros parroquiales de Villamuera de la Cueza, de fábrica y de protocolos, que se encuentran en el archivo del Obispado. En estos libros apareció efectivamente la venta de la cruz, lo que confirmó las tesis iniciales.

La cruz perteneció al Real Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes y fue vendida en el año 1613 a la parroquia de Villamuera de la Cueza, que era de su jurisdicción. Actuó como escribano-notario Francisco Moro, de Saldaña. La parroquia, que en la actualidad está dedicada a Nuestra Señora de las Nieves y anteriormente a Nuestra Señora de Arbas, la compró por 5.814 reales y medio, más los gastos de gestión, que fue pagando durante treinta años. El cura párroco se llamaba Nicolás Fernández, y el mayordomo, Domingo Castrillo. El abad que la vendió fue Alonso Barrantes (en su tercer mandato 1610-1613), según los datos de la investigación que ayer hizo públicos la Oficina de Comunicación de la Diócesis de Palencia.

En el año 1635, el platero palentino Gregorio Abril hizo unos aderezos en la parte superior de la macolla, ya al gusto barroco. En la cruz no se ha encontrado ninguna marca, por lo que se ignora, por el momento, el autor, pero con toda seguridad el responsable de la Delegación Diocesana de Patrimonio afirma, «por la calidad del trabajo y finura de los calados, es la obra de un gran maestro». Además es la única pieza de orfebrería del siglo XVI que se conserva de San Zoilo, la etapa más brillante del monasterio carrionés. En esta misma época se construyó el claustro que aún se conserva.

José Luis Calvo Calleja considera también que el monasterio pudo vender la cruz porque adquirió otra «más del gusto barroco después del Concilio de Trento». La causa de la venta a la pequeña localidad de Villamuera de la Cueza se desconoce. El responsable de Patrimonio de la Diócesis sostiene que están abiertas todas las teorias, incluida la de que el abad Alonso Barrantes pudiera proceder de esa población.

En la descripción de la pieza, se han podido ver imágenes en relieve, además de San Zoilo y de San Benito, de Jesús Crucificadio, la Verónica, los cuatro evangelistas, San Agustín, la Anunciación de la Virgen entre siete ángeles, Salomón, la Virgen con el Niño y San Abrosio, entre otros.