Las ciudades plásticas de Miguel Macho
El pintor palentino expone en el Colegio de Arquitectos la serie titulada ‘Urbe’
fernando caballero
Jueves, 9 de abril 2015, 12:18
La preocupación del artista plástico Miguel Macho Villameriel (Palencia, 1974) por la ciudad es perseverante. Ya en octubre de 2006 presentó en la sala de exposiciones de la calle Don Sancho, entonces gestionada por Caja España, una colección titulada Ciudadería. Era su primera exposición individual en Palencia y el mundo urbano ya era protagonista absoluto. Miguel Macho es un pintor con una sólida formación, adquirida primero en la Escuela de Artes de Palencia y luego en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, dos referencias didácticas que son vitales en su trayectoria posterior.
La nueva exposición, abierta hasta este viernes, día 10 de abril, en la delegación palentina del Colegio de Arquitectos (plaza de San Francisco, de 10:00 a 14:00 horas) se titula Urbe y la ciudad vuelve a ser protagonista absoluto. En esta muestra recoge una pieza que la conecta formalmente con la anterior exposición: una instalación de una estructura realizada a base de lienzos ensamblados que recrean una manzana de viviendas, con un patio interior y los exteriores de locales comerciales.
Macho reflexiona sobre la ciudad, y los resultados de sus reflexiones quedan plasmados en el lenguaje plástico. En esa manzana de edificio hay una leyenda: No soy un dios. Simplemente soy un arquitecto. El artista concibe la construcción de casas como un oficio práctico que permite a los ciudadanos vivir en unas condiciones dignas. Macho rechaza el endiosamiento de los arquitectos para convertirlos en profesionales al servicio de las personas, de sus necesidades y de sus expectativas.
La serie de óleos que presenta ofrece una visión abierta de las ciudades, con obras de los primeros años de la pasada década Metafísica, de 2002; Construcción de N. Y., de 2003; Destrucción, de 2004, o Firenze, de 2005, lo que evidencia que la preocupación por lo urbano no es nueva en Miguel Macho. De los últimos años son Palencia, de 2014; Cama de Melnikov, de 2013, o Alcaba de Melnikov, de 2012, dos interiores estos últimos que prolongan el interés del artista por el hábitat cotidiano y doméstico de los seres humanos, más allá de la propia estructura urbana de la ciudad.
Estilísticamente, Miguel Macho pasa de la figuración a la abstracción expresionista, un salto que no es cronológico, sino que lo cultiva indistintamente en los últimos años. Técnicamente, utiliza diversos materiales que enriquecen visualmente la obra, con una tendencia siempre a reforzar lo matérico, incluso en las pinceladas potentes y vigorosas, y deslizantes a la vez, en cuadros en los que busca el efecto de dar la sensación de que la pintura cae deslizándose por el lienzo.
La pintura de Miguel Macho es gestual y matérica, y con una presencia destacada del color con un libertad absoluta, como libre es también el autor en la elección de los formatos de sus obras. Al tradicional del lienzo e incluso de la tabla, que también utiliza, se une la estructura ensamblada que abre la exposición, sendas formas de caja y cilindro y un libro de edición de artista firmado por él mismo y por MaríaS. F, Coll y José Miguel Negro. Formatos diferentes que, todos ellos, construyen una ciudad que solo está en la mente del artista, aunque cada cuadro evoque una urbe real, que él reinterpreta para crear en esta pequeña sala del Colegio de Arquitectos un microcosmos que conduce a un mundo urbano global.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.