La Virgen de la Soledad y el Nazareno, frente a frente, para el canto de la salve.

La falta de cofrades impide que salgan dos pasos en la procesión de Guardo

El Nazareno esperó a la Virgen de la Soledad al llegar a la iglesia de San Juan y los fieles cantaron la salve popular en su honor

PPLL

Jueves, 2 de abril 2015, 23:44

La Semana Santa guardense disfrutó ayer de la mayor procesión de la localidad, la general, conocida como la de los Pasos, en la que este año faltaron el La Oración en el Huerto, que siempre abre el desfile procesional y que no pudo sacarse por falta de cofrades. Tampoco salió el de Jesús atado a la columna, que ya el año pasado estuvo a punto de no salir. Tampoco sale en este desfile el paso del Sepulcro, porque este únicamente se saca en la procesión del Viernes Santo.

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Los grupos escultóricos empezaron a colocarse en la avenida de Castilla y León a las siete de la tarde, precedidos por la cruz de plata, a la que seguía una Cruz, portada por los hermanos más jóvenes de la Cofradía de la Virgen de la Soledad y Santísimo Cristo de las Cinco Llagas .

Tras ellos, los nazarenos portaban en cojines los clavos y la corona de espinas, delante del Nazareno, halagado con las notas de la banda de la cofradía. También salieron en procesión los más pequeños, algunos incluso, en carricoche.

Al paso del Nazareno le siguió el de Jesús Crucificado, portado por fieles de la parroquia, algunos residentes en la localidad y otros naturales de Guardo pero residentes fuera y que no han dudado en hacerse más de trescientos kilómetros para llevar a hombros a su talla. Y la Asociación de Fútbol Independiente (AFI) llevó la imagen de la Virgen de La Piedad, a los sones de la banda del Cristo Resucitado, y La Dolorosa avanzó después a hombros de nazarenos.

El alcalde, Juan Jesús Blanco y varios concejales desfilaron al final, junto a uno de los párrocos y de la Banda de Música de Guardo, que dedicó sus notas a La Soledad.

Al llegar a la Iglesia de San Juan, las imágenes de la parroquia se recogieron en el templo, mientras que el Nazareno esperó la llegada de la Virgen de la Soledad. Con las imágenes frente a frente a hombros de los cofrades, los fieles cantaron la salve popular. El himno de España, interpretado por la Banda de Música de Guardo, puso fin a la procesión.

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