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Fernando Caballero
Martes, 17 de febrero 2015, 11:29
De las más de 8.000 personas que ayer visitaron la capilla ardiente del fallecido presidente de la Diputación, muchos fueron políticos que también se sumaron al pésame dirigido a la viuda, María Antonia Pardo, y al PP palentino. La clase política, esa que José María Hernández contribuyó a dignificar por su vocación de servicio y su condición de trabajador infatigable aunque las últimas nevadas pusieron su cuerpo al límite de sus posibilidades, aquejado además por una infección de oído que se generalizó, lo que motivo el fatal desenlace, arropó de manera incondicional el acto con su presencia en el velatorio.
La Junta de Castilla y León tuvo una presencia destaca, con Juan Vicente Herrera y varios consejeros. El presidente de la Junta coincidió con tres consejeras de su gobierno: la palentina Milagros Marcos, de Familia e Igualdad de Oportunidades; Alicia García, de Cultura y Turismo que vino acompañada de su principales colaboradores, y Silvia Clemente, de Agricultura, a la que acompañó la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual.
El máximo responsable autonómico aseguró que José María Hernández ha muerto sirviendo. «Ha sido una persona irrepetible, pero queda su legado y su ejemplo». Los elogios se sucedieon en sus declaraciones a los medios de comunicación. Le consideraba una «muy buena persona», que «tuvo mucho valor en unos tiempos en los que el oficio público cotiza a la baja». Para Herrera, la muerte de Hernández «viene a poner un inesperado colofón a lo que ha sido una vida de dedicación a la política y al servicio público». Juan Vicente Herrera señaló que los dirigentes del PP palentino le han relatado lo que fueron los últimos días de Hernández con los problemas de las nevadas en la Montaña Palentina. El trabajo fue, en su opinión, «la gran pasión a la que dedicó tiempo, restándolo de casa durante una gran parte de su vida».
El también presidente regional del PP definió al político fallecido como «prudente, serio, cordial, trabajador, bueno, honrado y honesto, que deja muy alto el listón de la política con mayúsculas». Herrera animó a Palencia y a Castilla y León a sentirse «muy orgullosos», al igual que se siente el Partido Popular. «Lo quiero decir como presidente de la comunidad, del PP castellano y leonés, como paisano y como amigo de Chema», concluyó.
El predecesor de Herrera, Juan José Lucas, actual vicepresidente del Senado, trasladó a los familiares y al PP de Palencia el pésame del presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, y de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, ante la imposibilidad de viajar a Palencia. Lucas informó que en el comité ejecutivo nacional del PP celebrado ayer se hizo constar en el acta el reconocimiento del partido a la figura de José María Hernández, a quien definió como «un ejemplo de lealtad y eficacia». También destacó su amor al mundo rural. «La Diputación era su sitio natural», apostilló Lucas.
También desfilaron por la capilla ardiente el consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva «fue una gran persona y su muerte, por inesperada, me ha causado un gran impacto», acompañado de la viceconsejera Begoña Hernández, y el de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván «se nos acaba de ir una gran persona, un gran palentino y un gran político, que siempre estaba pensando y actuando para atender las necesidades de los palentinos», declaró, al que acompañaba su secretaria general, la palentina Carmen Ruiz Alonso.
A la capilla ardiente también se trasladaron el presidente de la Diputación de Zamora, Fernando Martínez Maillo, que resaltó la «integridad política y personal» de Hernández; el vicepresidente de la Valladolid, Artemio Domínguez; la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, y procuradores regionales del PP como Juan José Sanz Vitorio, Isabel Alonso secretaria de la Mesa de las Cortes, Angeles Porres y Crescencio Martín Pascual.
Todos ellos fueron recibidos por el presidente provincial del PP, Carlos Fernández Carriedo; la secretaria provincial, Ángeles Armisén, y el alcalde, Alfonso Polanco. En el grupo de políticos palentinos del PP estaban los parlamentarios nacionales y regionales, diputados provinciales, concejales y numerosos alcaldes de la provincia.
Visitaron también la capilla ardiente el obispo, Esteban Escudero; el rector de la UVA, Daniel Miguel; el fiscal jefe del TSJ, Manuel Martín Granizo; el presidente de la Audiencia, Ignacio Rafols; la fiscal jefe, Lourdes Rodríguez Rey; el magistrado Mauricio Bugidos y los jugadores del Quesos Cerrato, junto con el entrenador, Nacho Lezcano, y el vicepresidente, Fernando Martínez-Zulaica, que destacó que José María Hernández reconocía que no le gustaba el baloncesto, pero que le gustaba el proyecto del club.
También acudieron a la capilla ardiente el expresidente de la Diputación Jesús Mañueco, así como antiguos diputados provinciales, como Heliodoro García Ramos, José Luis Gómez Guijas y Alberto Pérez Villar.
Muy desolados salían de la capilla ardiente ayer los que José María Hernández consideraba sus padrinos políticos. José Antonio Sacristán, exportavoz del PP en el Ayuntamiento y exsenador, era el jefel del Servicio de Medio Ambiente cuando llegó Hernández a Palencia. «Ya le dije que tenía características y cualidades para dedicarse a la política. Era trabajador y valía», aseguró. Francisco Jambina, exalcalde de Palencia, le llevó a Valladolid como jefe de servicio cuando fue consejero de Medio Ambiente. «Tenía fama de trabajador y respondió a ello. No tenía otra cosa en la cabeza que trabajar», señaló.
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