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Fernando Caballero
Lunes, 16 de febrero 2015, 12:33
Cuando José María Hernández tomó posesión el 23 de junio de 2011 se propuso así lo anunció en su discurso aplicar un plan de austeridad para la Diputación de Palencia, que sería una de sus prioridades. Así ha sido, y los resultados han sido satisfactorios. El equipo de gobierno que dirigía ha seguido los postulados del Ministerio de Hacienda y Administraciones Locales. La Diputación ha mantenido al pie de la letra sus postulados, hasta el punto incluso de que se prohibió a los diputados provinciales gastar un euro si no estaba plenamente justificado.
La muerte del presidente de la Diputación se extendió como la pólvora. Sorpresa e incredulidad se combinaban entre toda la sociedad palentina, no solo en la clase política. Las declaraciones de los tres portavoces de los grupos políticos representados en la institución evidenciaban ayer la desolación por la pérdida de José María Hernández.
Mario Granda, del PP, destacó su deseo de hacer siempre cosas por los pueblos. Desde el punto de vista humano, destacó de Hernández que llegó a ser un gran amigo.
Jesús Guerrero, del PSOE, destacó ayer su gran capacidad de trabajo y de servicio público.
Félix Iglesias, de Izquierda Unida, recordó que ha sido el presidente que más juntas de portavoces ha celebrado.
Esta política ha permitido rebajar la deuda de la institución el 54,5%, de 8,86 millones de euros que había en 2011 a los 4,04 con que acabará este año. Las claves de este éxito han sido no pedir créditos y no embarcarse en grandes obras.
No obstante, la austeridad no ha sido total. En estos años se ha mantenido el principal programa de obras, los Planes Provinciales, que para 2015 han tenido un presupuesto de 7,7 millones de euros, con modificaciones en su gestión que han sido del agrado de los alcaldes y manteniendo un reparto consensuado con la oposición. También se ha mantenido el dinero destinado a servicios sociales, un área que le preocupaba especialmente a Hernández desde su etapa en la gerencia territorial de la Junta. La cultura ha sido otro departamento que ha cuidado especialmente José María Hernández.
La falta de inversiones grandes se ha suplido con la concesión de ayudas, a través de convocatorias públicas de subvenciones o de convenios, con entidades sin ánimo de lucro de todo tipo: social, cultural, económico, municipal... A través de estas líneas, la Diputación ha llegado a numerosos sectores de la vida palentina. Este sistema permitió acabar con la chequera presidencial y garantizar un reparto equitativo, sin concesiones a la arbitrariedad.
Gestión transparente
José María Hernández fue un político marcado por la transparencia en su gestión. La oposición mantenía una línea de colaboración permanente con él. Propuestas suyas se han aceptado en muchas iniciativas. La comunicación ha sido fluida a través de la Junta de Portavoces, las comisiones informativas y los plenos, que se alargaban porque era habitual dar la palabra a los diputados, de los que tomaba nota de sus ruegos y preguntas. Al final de cada orden del día de las sesiones plenarias, Hernández introdujo un punto nuevo: Informes de Presidencia, en el que ofrecía información de toda su actividad institucional. Además, su teléfono estaba abierto para despejar cualquier duda. La relación fluida con los grupos políticos también se ha dado con los representantes de los sindicatos.
La gestión que ha desempeñado la Diputación de las últimas nevadas en el norte palentino, que ha sido impulsada personalmente por él, con llamadas constantes a los alcaldes, ha sido muy valorada por estos, por los agricultores y por los ganaderos.
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