Un ganadero trabaja para alimentar a los animales en los Rendondos.

Los ganaderos piden la declaración de zona catastrófica para la Montaña Palentina

El Centro Coordinador de Emergencias, que agrupa a las administraciones, se une a la petición de ayudas extraordinarias

J. Olano Olazabal

Martes, 10 de febrero 2015, 11:24

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La acumulación de nieve, de hasta tres metros en pueblos como Santa María de los Redondos y hasta cinco en neveros formados en algunas zonas, ha sepultado viviendas y naves ganaderas, con los consiguientes problemas para llevar una vida que se acerque a la normalidad. Marta de Mier, que tiene un negocio autónomo en Cervera de Pisuerga, abandonó ayer junto a sus dos hijos de 11 y 8 años en una oruga de la Unidad Militar de Emergencias el pueblo de Santa María de los Redondos, donde dejó a su marido, Rubén García Martínez, intentando hacer que sobrevivan las 70 vacas de carne de su explotación.

Yes que para acceder a la nave en la que está el ganado, caminan un kilómetro sobre las raquetas con tres metros de nieve bajo sus pies. Una vez allí, ha hecho un agujero a la altura de la puerta por el que se descuelga tres metros hasta el suelo. Lo hace acompañado de otros dos ganaderos de Santa María de los Redondos, ya que los tres se han organizado para hacer la tarea de los tres entre los tres. Malamente entran hasta la nave para proporcionar el pienso almacenado dentro a las vacas, también racionado estos días para que no se acaben las reservas. Tienen hierba almacenada en el silo, pero no pueden acceder a él, por lo que se plantean qué será de los animales cuando se acabe la comida si la situación persiste.

Peor suerte han corrido otros ganaderos, que han sufrido incluso el desplome de sus naves en Tremaya, Los Llazos, Los Oteros o Casavegas.

Y es que, igual que se plantean que sería necesario dinamitar algunas acumulaciones de nieve para abrir paso en la carretera sobre todo la CL-627 desde el puerto de Piedrasluengas para acceder hasta La Pernía, reclaman con desesperanza una mayor coordinación entre las administraciones.

Y parece que esas reivindicaciones no van a caer en saco roto, puesto que el Centro Coordinador Operativo de Emergencias, en el que se agrupan todas las administraciones públicas palentinas y que se constituyó como resultado de la activación del nivel 1 del PLANCAL, acordó en la tarde de ayer dirigirse al Gobierno central para solicitar la adopción de medidas extraordinarias que vengan a paliar los daños ocasionados por el temporal, es decir, las instituciones públicas reclaman al Gobierno la declaración de zona catastrófica.

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En esa reivindicación se han unido también las organizaciones agrarias, que han solicitado incluso la declaración de la Montaña Palentina como zona catastrófica, como es el caso de COAGy de UPA. La primera de ellas resalta que es incomprensible cómo en pleno siglo XXI algún pueblo y algún vecino del ámbito rural pueden estar tantos días incomunicados, porque ya van seis, a la vez que reclama una mayor diligencia por parte de las administraciones y de las empresas que están trabajando en la retirada de la nieve.

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores registró ayer en la Subdelegación del Gobierno la petición formal para que se declare zona catastrófica al norte de la provincia tras el temporal de nieve de los últimos días. UPA hace un llamamiento a todas las administraciones, en especial a la Junta de Castilla y León y al Gobierno central, para que pongan al servicio de la Montaña Palentina más medios humanos y técnicos para solucionar el problema de los pueblos que están sepultados por la nieve.

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También Asaja insiste en que el temporal está provocando situaciones dramáticas para los ganaderos de los núcleos de población más afectados. La Pernía, Triollo, Otero de Guardo y Valle sufren esta situación, y eb Casavegas y Los Llazos, que han estado seis días aislados totalmente, la situación es angustiosa, sobre todo para los ganaderos que han perdido varias reses al ceder el techo de su nave por el peso de la nieve. En San Felices de Castillería, Ricardo Salvador y su hijo no han podido alimentar a su ganado durante cinco días hasta que en la noche del domingo llegó la Unidad Militar de Emergencias.

Por su parte, UCCLtambién se hace eco de la situación de desamparo que están sufriendo los ganaderos. La imposibilidad de acceder a las naves, incluso a aquellas que están a menos de un kilómetro, supone que no se les haya podido llevar alimento. Pero la hierba y el pienso se acaban, y los camiones que deberían llevar los víveres hasta esos pueblos no pueden acceder.

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Otro problema añadido es que la cabaña equina ha quedado perdida en la montaña y que las vacas no pueden ser agrupadas. La acumulación de nieve hace además que no pueda determinarse el número de animales muertos. Terneros y yeguas están muriendo estos días entre la nieve por la imposibilidad de ingerir alimentos, igual que ciervos y rebecos.

UCCLquiere trasladar el malestar de los ganaderos que, a la situación ecoómica que sufre el sector, deben sumar las consecuencias derivadas de un fenómeno meteorológico inevitable, pero no sus efectos, según insiste esta organización agraria. Por su parte, el grupo socialista en la Diputación denunció ayer la descoordinación entre la Junta de Castilla y León y la Subdelegación del Gobierno para abordar las consecuencias del temporal y se unió a la petición de declaración de zona catastrófica para la zona norte de la provincia.

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Dentro de la gravedad de la situación, el aspecto positivo es que las incidencias en el ámbito sanitario no han sido insalvables. Da fe de ello la farmacéutica de San Salvador de Cantamuda, Irene Sánchez, quien lleva varios días incluso durmiendo en la trastienda de la botica porque no puede llegar hasta su casa, en la pedanía de El Campo, a tan solo un kilómetro, pero de imposible acceso. «Tengo 38 años, me calzo las raquetas y no tengo mayor problema, pero la gente mayor está angustiada y los niños tan hartos de la nieve que no quieren hacerse ni fotos», afirma Irene Sánchez, quien reclama, uniéndose al clamor de las organizaciones agrarias, una mayor coordinación de los recursos para que La Pernía deje de estar «abandonada y aislada», como dice un recién creado perfil de Facebook, en el que también se recoge la preocupación por que se rebaje el nivel de alerta.

Las administraciones se coordinan para abrir todas las carreteras

  • Una vez abierta la Autovía de Cantabria (A-67) en todos sus tramos para el tránsito de todo tipo de vehículos, los esfuerzos de las administraciones públicas se han redoblado para llegar a todos los núcleos de población de la provincia de Palencia que en la jornada de ayer aún permanecían aislados por carretera. Los responsables de las administraciones se reunieron ayer en la Delegación de la Junta para coordinar las acciones encaminadas a la apertura de carreteras y trazar la planificación de los trabajos.

  • Así, a lo largo de la mañana de ayer, las máquinas trabajaron intensamente en la CL-626 (Aguilar de Campoo-Guardo) y por la tarde se dirigieron hacia las localidades de Resoba, San Martín de los Herreros y Rebanal de las Llantas, en la Ruta de los Pantanos.

  • Otra de las fresadoras, que estuvo trabajando en la CL-627 (Cervera de Pisuerga-Límite de la provincia con Cantabria) llegó a la localidad de Casavegas, y por la tarde trabajó en la apertura de la ruta que une la carretera CL-627 con el Valle de los Redondos, para llegar a las localidades de San Juan y Santa María de Redondo. Una tercera fresadora se ocupó de la carretera P-220, desde Aguilar de Campoo a Brañosera, para dar acceso al Valle de Castillería.

  • Además, otras tres máquinas fresadoras estuvieron ayer trabajando en diferentes puntos de la provincia, y se espera para hoy la llegada de una nueva máquina de Gerona.

  • A últimas horas de la tarde de ayer, solo quedaban incomunicadas por carretera las localidades de Salcedillo, Celada de Roblecedo, Santa María de Redondo y Piedrasluengas.

  • Con respecto a las carreteras de la red nacional, la única que permanecía cerrada es la N-611, en el tramo comprendido entre Canduela y el límite con Cantabria. En cuanto a la red regional, en la tarde de ayer permanecía cerrada al tráfico parte de la carretera de los Pantanos y el tramo de la CL-627 entre Areños y límite con Cantabria.

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