José María Díaz Díaz
Jueves, 15 de enero 2015, 11:55
De los once puestos de recarga de vehículos eléctricos que funcionan en la capital palentino, diez son públicos, y su utilización es por el momento gratuita, mientras que solo uno es privado (está situado en la gasolinera de Repsol de la avenida de Asturias) y su servicio sí conlleva un coste, aunque mínimo, puesto que una recarga completa de la batería de un coche puede conllevar un gasto de entre 3 y 4 euros. Tiene la ventaja, sin embargo, de que es el único poste de recarga rápida de la ciudad, y mientras en este punto se tarda alrededor de 25 minutos en completar la carga, en los restantes diez puestos de la capital palentina, el tiempo de recuperación total de la batería puede llevar algo más de tres horas.
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Pero aunque esta moderna tecnología ya se encuentre plenamente asentada en el mercado y la oferta sea día a día más variada, todavía no goza de la estima de los ciudadanos, y solo unos pocos valientes se atreven a dar el salto tecnológico que supone abandonar los tradicionales combustibles fósiles por un sistema eléctrico, mucho más barato y menos contaminante.
De hecho, en la provincia de Palencia, únicamente hay en estos momentos 24 vehículos eléctricos matriculados, según consta en los registros de la Dirección General de Tráfico. En su mayoría, se trata de motocicletas, de las que hay 9, pero también circulan 5 turismos, 4 ciclomotores, 2 camiones o furgonetas y un autobús totalmente eléctrico, además de otros tres vehículos que no se incluyen en ninguna de estas características.
Se trata aún de cifras muy bajas, que explican el por qué tan solo se han expedido en la capital palentina nueve tarjetas que permiten la carga de vehículos eléctricos en cualquiera de los diez puntos públicos, que se distribuyen por toda la ciudad, y que pueden encontrarse en plazas y calles, estacionamientos de supermercados o incluso en los aparcamientos subterráneos de Pío XII y de Abilio Calderón.
Además, entre los vehículos eléctricos registrados en Palencia figuran los dos Renault Twizys que utiliza la Policía Local, así como una furgoneta Kangoo, que también es propiedad del Ayuntamiento. Asimismo, la flota de autobuses urbanos cuenta con un vehículo eléctrico, y la Alcaldía dispone también de un modelo Fluence (también de la marca Renault) que ha sido cedido temporalmente por el concesionario Vicauto para potenciar la promoción de los vehículos eléctricos.
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La mejora de las baterías
Uno de los principales problemas para la generalización de esta tecnología es la falta de autonomía de las baterías, puesto que los primeros modelos no permiten recorrer distancias superiores a los doscientos kilómetros, aunque los fabricantes de automóviles están sacando en estos momentos nuevos modelos con mayor duración, que pueden superar distancias de 300 kilómetros sin necesidad de recargar. Pero determinadas circunstancias, como una elevada carga o el encendido del aire acondicionado, pueden reducir considerablemente esta autonomía, lo que genera la desconfianza de muchos usuarios.
También preocupa a los potenciales compradores la falta de coordinación de los fabricantes, puesto que los dispositivos de recarga que llevan los vehículos no son compatibles con todos los postes que se distribuyen ya por ciudades y estaciones de servicio, por lo que resulta necesario adquirir adaptadores, que encarecen los precios y, por supuesto, causan reticencias.
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Pero, a pesar de estos problemas, la utilización de un vehículo eléctrico también presenta notables ventajas para sus propietarios. La primera es el escaso coste de consumo eléctrico, bien porque en estos momentos la mayoría de los puntos de recarga son públicos o gratuitos o porque incluso los privados tienen unos precios muy reducidos para estimular el uso. Pero, además, los propietarios de los vehículos eléctricos disponen de otras ventajas añadidas, como la exención en el pago del servicio de la ORA en la ciudad de Palencia o la bonificación del 75% en el pago del Impuesto de Circulación.
Además, la gratuidad de las recargas está garantizada durante un tiempo todavía sin definir, puesto que las administraciones públicas se han volcado en la promoción de esta tecnología, dentro de su estrategia de mejora de la calidad ambiental. Palencia, junto a Valladolid, desarrolla una iniciativa de movilidad sostenible denominada Smart City, en la que colaboran numerosas empresas, como la eléctrica Iberdrola, por lo que de momento, la recarga de los coches seguirá siendo gratuita.
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En la capital palentina, el puesto de mayor utilización por los propietarios de vehículos es el situado en la calle Lola de la Fuente, en el barrio de Nueva Balastera, ya que dispone de dos de los sistemas de conexión más extendidos entre los vehículos que se comercializan. En este punto, se han registrado 132 horas de recarga al año, lo que ha permitido recorrer unos 1.819 kilómetros. También en el poste de la avenida de la República Dominicana, en el Cristo, se han consumido 75 horas de recarga, que habrán facilitado desplazamientos por 1.000 kilómetros. En el resto de los postes, los consumos son de escasa incidencia o no pueden contabilizarse, al no disponer de contadores independientes y estar conectados a una red mucho mayor.
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