La familia del montañero muerto en Argentina espera para el jueves o viernes la repatriación

Una angustia diaria es lo que vive la familia de Luis Sánchez González, el palentino de 30 años que falleció el pasado jueves 14 cuando ascendía el volcán Lanín (3.776 metros) en Argentina en compañía de otros dos montañeros. El examen inicial del médico forense reveló que Sánchez González sufrió, entre otras heridas, la fractura del cráneo y de los dos fémures.

El cuerpo fue rescatado el día 15 y depositado en la noche del viernes en el hospital de Junín de los Andes. La autopsia posterior confirmó que Luis Sánchez murió por la fractura con hundimiento del cráneo. El accidente ocurrió en la provincia argentina de Neuquén, adonde Luis Sánchez se había dirigido desde Concepción, en Chile, donde residía desde hace un año.

Y es que Luis Sánchez, apasionado de la montaña, destacaba por su impresionante currículum, ya que era licenciado en Matemática por la Universidad de Valladolid, máster y doctor por la Complutense de Madrid, y profesor desde agosto de 2013 de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Concepción (UDEC), plaza a la que optó para disfrutar de la Patagonia.

Los trámites de repatriación del cadáver hasta Palencia están siendo gestionados por la Embajada de Chile (donde tenía su residencia) en Argentina. A su vez, la familia está pendiente en todo momento de las novedades que les aporta el Consulado del país andino en España, y los servicios internacionales de la funeraria.

Los trámites se han retrasado más de lo que esperaban, pero la familia espera ya la repatriación del cadáver para el jueves o viernes, con lo que se cumplirían dos semanas desde la muerte.

La madre de Luis Sánchez, viuda desde hace unos años, reside en el centro de la capital palentina. También vive en la ciudad una de las hermanas del montañero fallecido, mientras que la otra, que está afincada en Tenerife, permanece también estos días en Palencia a la espera de la llegada del cuerpo.

El escalador palentino resbaló cuando se hallaba a aproximadamente 3.200 metros de altura subiendo por una pared del volcán. Los tres montañeros hicieron el ascenso perfectamente equipados, pero cuando iban caminando con las botas decidieron ponerse los crampones por las dificultades que tenían para seguir ascendiendo, ya que la nieve estaba muy dura. Y al parecer, según el testimonio de sus acompañantes, fue el momento en el que Luis Sánchez resbaló sin lograr detener la caída a lo largo de aproximadamente mil metros por la nieve y el hielo de la cara norte. Uno de los compañeros se acercó a la víctima para tomar sus signos vitales, aunque sin éxito, por lo que comenzó con las tareas de reanimación sin resultados. Luego, el otro montañero descendió a la base para informar de lo ocurrido y solicitar ayuda.