fernando caballero
Martes, 29 de julio 2014, 11:38
La exposición de Santiago Ortega Sánchez-Diezma tiene dos partes claramente diferenciadas, incluso desde el mismo título: los trampantojos y las acuarelas. El pintor nació en Madrid en 1961 y reside en Borja (Zaragoza), donde se dedica a la pintura y a la conservación de bienes culturales.
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El trampantojo es una técnica pictórica que busca engañar al espectador a través de la arquitectura o, en este caso, de elementos decorativos fingidos. Santiago Ortega aplica esta técnica para conseguir naturalezas muertas detrás de una supuesta vitrina, con ventanas que son ciertamente reales, procedentes del reciclado y de desechos de viejas casas. El autor sumerge al espectador en un mundo rural, doméstico, en el que los alimentos se almacenan ordenadamente en armarios, alacenas, bodegas o colmados.
El artista presenta la estructura de la supuesta ventana en madera blanca u oscura y tras ella, frutas, verduras, legumbres, botellas, tarros, juguetes, objetos personales, licoreras y objetos diversos. Santiago Ortega muestra este orden en las naturalezas muertas, y con el trampantojo de las ventanas, contraventanas y armarios, el cuadro, ejecutado en óleo sobre tabla, adquiere una vigorosa fuerza plástica. El artista ejecuta el óleo con una técnica hiperrealista magnífica, que permite apreciar los brillos, las sombras, los contrastes y las texturas de los materiales que aparecen en las obras.
Los cuadros de la serie trampantojos responden al objetivo que persigue el pintor, que no es otro que ofrecer una realidad engañosa, en la que juega con la ilusión, la apariencia, la trampa visual y el efecto óptico del fingimiento. El resultado es sin duda eficaz, ya que consigue los objetivos.
La riqueza de este formato se hace todavía mayor con el díptico de tamaño grande Balcón aerostático, en el que la naturaleza muerta ha sido sustituida en una dirección de interior a exterior de la vivienda por globos surcando el cielo. Grande también es el políptico Armario del arriero.
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La segunda parte de la exposición está formada por acuarelas. Todas ellas, paisajes, algunos de Palencia, en concreto de la zona de Fresno del Río. Ortega Sánchez-Diezma sustituye la fuerza del óleo por la acuarela, más relajada desde el punto de vista plástico, con calidad en la ejecución. Sobresale el uso del color verde para reflejar paisajes llenos de frescura. El pintor trabaja muy bien la perspectiva y profundidad de campo, conseguidas a través de planos cercanos y planos alejados, que corresponden en general a montañas y picos.
La exposición permanecerá abierta hasta el jueves, día, 31, en horario de 19:00 a 21:00 horas. La sala Don Sancho está gestionada en la actualidad por el Servicio de Cultura de la Diputación Provincial de Palencia.
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