Vecinos de Monzón, en los primeros trabajos del programa.

Colaborar al toque de A Huebra

Casi 2.000 vecinos han participado en el programa de trabajos comunes en los pueblos

el norte

Domingo, 29 de junio 2014, 13:10

. «Cuando la gente vivía en los pueblos y se necesitaba hacer un trabajo comunitario se convocaba una huebra. Entonces, iba una persona de cada casa y hacían un camino, o desviaban el arroyo» Son palabras de Piedad Isla durante un documental, emitido en la entrega galardones de los premios de fotografía que llevan su nombre. Ella también retrató a huebra.

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La llamada a huebra era un toque de campana con el que se avisaba a los vecinos de que era del día de hacer un trabajo del pueblo, o de ir a la hacendera o al plus Vocablos que describían la colaboración en tareas del pueblo, como cortar la leña, desbrozar el monte, apilar los troncos y las ramas, limpiar los pilones o adecentar las calles.

Un ejemplo es Olea de Boedo, donde el 50 % de la pavimentación de las calles se hizo a huebra. Y es que, como declara el alcalde, Miguel Ángel Merino, «en los pueblos pequeños como éste, tenemos que plantearnos fórmulas para hacer cosas nosotros mismos, como las pavimentaciones de algunas calles y meter el agua».

Con el fin de que las zonas rurales no pierdan sus valores ambientales y culturales, la Diputación puso en marcha en el 2012 el programa A Huebra, para ofrecer a los pueblos herramientas que les permitan implicarse en la mejora de su entorno

Proyectos continuados

«Es muy importante, porque con una ayuda y la colaboración de los vecinos se pueden hacer cosas interesantes», según señaló el alcalde de Monzón de Campos, Mariano Martínez; cuyo ayuntamiento ha presentado proyectos y ha recibido ayuda de la Diputación los tres años. Este año se va a acondicionar el entorno de un pozo natural que ya se recuperó con el programa A Huebra del año pasado. Es una zona donde antiguamente iba a beber el ganado, «y queremos convertirlo en un espacio medioambiental del que poder disfrutar», indica el alcalde.

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La Diputación ha destinado este año al programa 120.000 euros, frente a los 27.000 de la partida inicial del primer año, que ya tuvo que incrementarse. Durante estos años, lla inversión ha sido de 267.000 euros.

En las 127 actuaciones han participado vecinos entre 13 y 90 años. Integrantes de una asociación de comerciantes, de una asociación cultural, de mujeres, de una asociación juvenil o de una de mayores se han involucrado en las tareas comunes.

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En Villamuriel de Cerrato, por ejemplo, el primer año que se puso en marcha el programa contaron con la ayuda de numerosos jóvenes del grupo Scout Avalon, que replantaron especies autóctonas en un jardín y en un monte. «Ese primer año, la afluencia de gente para el proyecto ambiental fue masiva, y al año siguiente, que llevamos a cabo la recuperación del Sitio del Soto Albúrez, quizás no participó tanta gente, porque las labores eran más específicas y complicadas», señaló el alcalde, Carlos Morchón.

En cada actuación han colaborado una media de 15 personas, por lo que casi 2.000 vecinos han cooperado en los trabajos voluntarios de sus pueblos, contribuyendo a la recuperación y cuidado su entorno.

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Iniciativas destacadas

Para fomentar la participación y premiar el trabajo de los vecinos y de todo un pueblo, la institución provincial creó el Premio Al Mejor Proyecto Voluntariado. En la modalidad de Resultado final, han sido premiados Villamuriel de Cerrato por su proyecto de recuperación y replantación de especies autóctonas, y Baltanás por el proyecto de restauración de la ermita de San Gregorio .

En la categoría de Originalidad, recibieron el premio Cervera de Pisuerga, por su proyecto de limpieza de una zona degradada por la acumulación de neumáticos, que luego fueron usados como jardineras, y Tabanera de Cerrato por el proyecto El Barrio de Abajo. Un museo al aire libre, donde se llevó a cabo la limpieza y desbroce, acondicionamiento de espacios, elaboración de paneles informativos y de los proyectos de los artistas. Los vecinos usaron las redes sociales para difundir el proyecto y recabar colaboración.

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Mantinos recibió el premio de Participación Vecinal, ya que numerosos jóvenes y mayores con una media de edad de 45 años colaboraron en el proyecto de limpieza de calles, alcantarillas y entornos. Y Monzón de Campos, por la recuperación del entorno del abrevadero, en cuyas tareas participaron 50 personas de distintos colectivos y vecinos a título individual.

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