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La reintroducción del lince ibérico en la provincia de Palencia sigue dando pasos para hacerse realidad. La Junta de Castilla y León trabaja desde hace varios años en este proyecto y cuenta con dos claras propuestas para el nuevo asentamiento: los Cañones del Duero en ... Zamora y el Cerrato Palentino.
El lince ibérico desapareció de Castilla y León en la década de los ochenta por la pérdida de hábitat, la disminución de sus presas principales, las enfermedades y la caza furtiva. Ahora, casi medio siglo más tarde, el Cerrato palentino puede volver a ser un hogar para esta especie. La propuesta de la Junta de Castilla y León presenta un área de 15.000 hectáreas situadas en el Cerrato, adonde los primeros ejemplares de lince ibérico llegarían en 2025.
Ya el pasado verano se realizaron los primeros trabajos de campo para localizar áreas propicias para esta reintroducción bajo los protocolos del proyecto LIFE LynxConnect. El municipio de Astudillo ha acogido este lunes una reunión, presidida por el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, acompañado por la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, y el alcalde de Astudillo, Luis Santos. Al encuentro han asistido propietarios de los terrenos, técnicos especializados y alcaldes y concejales de la zona del Cerrato prevista para la reintroducción del lince.
«Hemos querido estar para escuchar la opinión del territorio sobre este proyecto. La reunión ha resultado muy positiva y creo que existe bastante consenso. No se ven riesgos relevantes y creemos que es algo bueno para Palencia y para el Cerrato», ha expresado Juan Carlos Suárez-Quiñones, consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta.
Los ayuntamientos de la zona han podido presentar sus diferentes dudas e inquietudes sobre el proyecto. «Este es un proyecto irrenunciable para un ayuntamiento por su naturaleza. Esto no quiere decir que no sea sensible a las inquietudes que este proyecto despierte en ciertos sectores. Lo importante es valorar los puntos positivos», explica Luis Santos, alcalde de Astudillo, para hacerse eco de unna larga lista de diversas dudas llegadas desde los sectores de la caza o la ganadería.
Lo más importante para la Junta era escuchar en primera persona todas estas dudas, tratar de darlas solución y presentar con la paz firmada este proyecto al grupo de trabajo nacional. «Las inquietudes han sido por ejemplo cómo afecta el proyecto al conejo o a los proyectos de renovables, pero el resultado final es bueno y no encontramos aspectos negativos para que este proyecto sea rechazado», subraya Juan Carlos Suárez-Quiñones.
La Junta de Castilla y León y varios de los consistorios afectados califican esta iniciativa como una «oportunidad única irrechazable». La reintroducción del lince en el Cerrato palentino supondría una larga lista de beneficios, comenzando por la atracción de un mayor turismo natural o la mejora de la situación de otras especies. «La reintroducción del lince cuenta con numerosos aspectos positivos desde el punto de vista ecosistémico. Introducimos un depredador que acaba con determinadas especies que causan daños a la agricultura y la ganadería. Allí donde hay lince, mejora el estado de la perdiz, que ahora es deficitario en Castilla y León», argumenta Juan Carlos Suárez-Quiñones.
La aprobación de este proyecto supondría una grandísima inyección económica para la zona. La Junta pondría a disposición de estas actuaciones casi 2 millones de euros gracias a la financiación europea. Una ayuda económica que no quedaría ahí, sino que en caso de prosperar, sería ampliada en el futuro para continuar apoyando el crecimiento de la especie sobre suelo palentino, según ha explicado el consejero. «El proyecto cuenta con financiación europea de casi 2 millones de euros que la Junta pondría a disposición de actuaciones en el territorio. Mejoras para la introducción del lince y para el resto de la actividad del territorio. Si el lince se reintroduce, va a conllevar unas inversiones a futuro permanentes para mantener estas iniciales», explica Juan Carlos Suárez-Quiñones.
El siguiente paso será la presentación por parte de la Junta a la comisión nacional su propuesta definitiva a finales de septiembre. Ambas candidaturas de Castilla y León (los Cañones del Duero en Zamora y el Cerrato Palentino) serán entonces estudiadas desde el Ministerio y en caso de recibir luz verde, los primeros linces ibéricos llegarían al Cerrato en 2025. «Este trabajo de campo y las reuniones tienen que cristalizar para alcanzar convenios con los propietarios. Tenemos que llevar en la candidatura que presentamos al grupo de trabajo nacional que existe un consenso materializado en convenios específicos escritos con propietarios y con los ayuntamientos. Esperamos que este año se tome la decisión de la reintroducción y poder tener la posibilidad en el año 2025 de comenzar la reincorporación de la especie», ha concluido Juan Carlos Suárez-Quiñones.
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