El zulo y la imagen

Las imágenes, borrosas o no, se nos vienen ahora a la mente cuando tanto por lo que luchamos, y lucharon, empieza a disolverse por el empecinamiento de un Narciso Sánchez y de algunos que se han dado cuenta que el twitter arde mejor. Qué más da. Ahí andan, y de ahí no los saca nadie, ahora que los han legitimado a base de bien. Los chicos de las nueces.

Imágenes hay algunas que luego, a la distancia, pueden tener una simbología u otra pasando el tiempo. Por ejemplo, las lágrimas de la Infanta en el 92. Y otras fotografías que aún nos escuecen. Yo veo aún la de Ortega Lara saliendo del cautiverio, desorientado, con las barbas nazarenas y como dando al país entero una lección de decencia. Después de aquellos días sin noche en la que sólo una mugrienta foto de la Concha nevada daba como sensación de realidad. Ese recuerdo del zulo nos acompañará siempre. Siempre que a este país le quede un mínimo de recuerdo y deje de ver un rato Sálvame.

La cuestión es que en Vitoria han abierto un Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. Y en él se vio a los Reyes en la réplica del zulo. Y se vio a Sánchezz en la réplica, con el mismo hieratismo que cuando fue a una fábrica de efectos sanitarios. La imagen, eso.