El presidente Mañueco, en la XIV Conferencia de Presidentes celebrada en julio en Salamanca. A. MINGUEZA

El zorro y el erizo

El presidente Mañueco experimenta la soledad del gobernante ante una decisión trascendental: él, y solo él, será responsable de los efectos de un adelanto electoral

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 19 de septiembre 2021, 08:23

Desde hace semanas en Castilla y León no se habla más que del adelanto electoral que se supone ha de venir porque el socio mayoritario en la Junta, el PP, votó el día 6 con el PSOE en contra del socio minoritario, Ciudadanos, a cuenta ... del plan de los de Inés Arrimadas de cerrar consultorios rurales; a la cabeza, Francisco Igea –vicepresidente, portavoz y consejero de todo lo ciudadanero en la Junta, menos Cultura porque no llega; la nueva versión del 'to pa' mí' de exdirigentes del PP en Ávila y Segovia– y Verónica Casado, 'consejera tris' de Sanidad (Igea-Mitadiel-Casado, la santísima trinidad sanitaria). Igea y Casado van cada día más por libre, lo que actuó de espoleta en la decisión del presidente Mañueco de darles un bofetón parlamentario.

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Es imposible que la salida de gas de un recipiente pueda ser rebobinada. Sirve esto para ilustrar lo que hizo el presidente Alfonso Fernández Mañueco el 6 de septiembre en las Cortes al anunciar el voto con el PSOE de Luis Tudanca contra Ciudadanos. Esa decisión, pública y en espacio políticamente solemne, no tiene marcha atrás. Pero que derive en una llamada extraordinaria a las urnas es solo competencia del presidente.

Por mucho que ustedes escuchen a quienes de su entorno van por ahí poniendo fechas a la convocatoria electoral, no les hagan caso: solo el presidente Mañueco, solo él, sabe si anticipará elecciones y cuándo. Ni Génova, la todopoderosa todavía sede nacional popular, que cada día muestra más tropezones de estrategia, con un Pablo Casado difuminado por Isabel Díaz Ayuso y un Teodoro García Egea algo desinflado desde la moción de censura en Murcia; ni el ejército de asesores del presidente de la Junta; ni los entusiastas consejeros populares, alguno de los cuales se hace el entendido, pero no tienen la menor idea... Nadie, excepto el presidente Mañueco, sabe lo que va a pasar. Y no se lo va a decir a nadie. Si adelanta elecciones, para anunciarlo elegirá un jueves, día de Consejo de Gobierno, ya que si convoca uno extraordinario dejaría pistas previas; cuando esté de camino a la sala de reuniones, ordenará a su consejero de la Presidencia, el burgalés Ángel Ibáñez, que envíe al Bocyl la convocatoria; informará a los consejeros, y lo comunicará a la sede nacional de su partido. De esa forma, el presidente Mañueco mostrará su autonomía institucional, que la tiene, y la ejercerá, que para eso el ordenamiento jurídico regional le confiere a él, y solo a él, la potestad de adelantar las elecciones.

Los presidentes Mañueco y Ayuso. A. MINGUEZA

La potestad y la enorme responsabilidad. Ahí radica, desde hace días, la extraordinaria soledad que experimenta como presidente en el vértice superior de la pirámide del poder regional. Recibe llamadas; algunas muy significativas de exlíderes nacionales de su partido. Escucha y atiende los mensajes que le llegan... Pero decidirá él.

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Mientras, observa para construir el relato con el que habrá de argumentar el adelanto electoral, si es que lo activa. El consejero de todo lo de Ciudadanos en la Junta, menos Cultura, porque no llega, está ayudando sobremanera (¿consciente, inconscientemente?) a cargar de argumentos al presidente. Tan por libre va, y tanto arrastra a la 'consejera tris' de Sanidad, que esta semana este tándem tan singular se ha saltado su propia medida de revisar cada 15 días el nivel de restricciones por la covid para relajarlas solo una semana después de haberlas aflojado: la parte popular del Gobierno regional se enteró del anuncio a la vez que el resto de Castilla y León. El singular tándem Igea-Casado (si la consejera se diese cuenta de verdad del daño que le hace la permanente tutela y vigilancia del 'vice' no permitiría que le estuviese controlando todos sus pasos en público) llegó a tratar en algún momento con desdén a los presidentes de diputaciones el lunes 13, para decirles que se aplicará lo que Ciudadanos diga. Vamos, que los dos están dispuestos a cerrar consultorios rurales. Y el 'vice', además, no controla a los 11 procuradores ciudadaneros, luego no garantiza estabilidad parlamentaria a su socio popular.

El vicepresidente d ela Junta sigue una rueda de prensa de la consejera de Sanidad. EL NORTE

Es momento de reflexión, liderazgo y estrategia. Para esto, nada como los clásicos. John Lewis Gaddis, premio Pulitzer 2012, recuerda que el general chino Sun Tzu, autor de 'El arte de la guerra', advirtió de que el liderazgo consiste en detectar la simplicidad dentro de la complejidad. Dice Gaddis que cuando las simplicidades se mezclan, las complejidades se multiplican hasta el infinito y que aunque estas sorprendan, si el líder se ata a los principios, no podrán paralizarlo. Y la astucia del zorro y la determinación del erizo, añade Sun Tzu, han de aflorar en el liderazgo a partes iguales.

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Atentos a si el 1 de octubre el tándem Igea-Casado se atreve a cerrar seis subcentos de guardias médicas de pueblos de Segovia.

Simplicidad dentro de la complejidad.

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