Youtubers y ejemplaridad

No conviene confundir la educación con la perversión que contiene el adoctrinamiento. El expresidente ZP hizo dos cosas bien: creó la Unidad Militar de Emergencias e intentó implantar la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Como todo en España, solo cosechó disenso, aunque promovía una ... épica bienintencionada. Estamos cuajados de pillos. Defraudan los médicos en sus consultas privadas y todos los gremios. Pero nos ha resultado novedoso que una 'subespecie' que navegaba por la Red y que adicionaba adeptos fuera del ámbito convencional se hayan convertido en millonarios emigrados para ahorrarse unos millones, pregonándolo ante sus jóvenes legiones de seguidores. Hacienda sigue sus pasos. Lo descorazonador es que hayan apelado espuriamente ante su audiencia a una supuesta empatía, que viene a decir que el Estado les roba cuatro veces más en su país que en otro nuevo, buscando redención. Con su amplio eco se prodigan en justificaciones alejadas de la cruda realidad de quienes les siguen. Educar a la ciudadanía en torno a la solidaridad, la pertenencia social y la merced de la que provienen han quedado aparcadas en su prédica. Adornan sus mensajes envueltos en descojone, mientras desgranan un videojuego o aventan un mitin sobre el bien y el mal. Muchos jóvenes se preguntarán si esta es la estela que han de seguir, ante tanto desencanto. 'El Rubius' se ha convertido en un paradigma de esa lucha contra el compromiso comunal. No agradece a los impuestos que se haya beneficiado de la sanidad o la educación. Su trazo impele a que este mensaje se convierta en dogma. Algunos 'influencers' afortunados le han reprochado su actitud. La cuestión es si esas soflamas prepotentes marcarán la senda a sus frágiles acólitos.