Secciones
Servicios
Destacamos
A ver si España, en lugar de una matria, van a ser dos: Yolanda y Calviño, en adelante, 'Yolandiño'. Juntas tienen nombre como de delantero o quizás de comparsa de bloco del Carnaval de Olinda en Brasil. Manolete fue feliz en México y yo fui ... feliz en Pernambuco, que es patrimonio de la Humanidad y del que firma. Bajo los barrios de casas de colores, chiquillos de piel oscura y tirante saltaban al mar desde los espigones y al sonar el ritmo del frevo, graciosas bailarinas hacían girar paraguas azules, blancos y amarillos.
Y qué distintas son la una de la otra. Yolanda pertenece a una estirpe antigua que hunde sus raíces en las leyendas yolándicas del comunismo gallego, casi un baile alrededor del cromlech de Fene con vestidos blancos y flores en el pelo. Ella ha reinterpretado a Marx por la vía de la sonrisa y la costura, cosa que se habrá intentado muchas veces, pero hasta ahora no se había conseguido. La líder podenca es casi un estado de ánimo y el calor de un cucurucho de castañas en el bolsillo una tarde a punto de entrar el invierno en Valladolid.
Todo alude al acuerdo y a la sonrisa, aunque después descuelgue el teléfono y exija que salgan los toros del bono cultural o los banderilleros se queden sin ayudas por la pandemia porque a ella le sale del marxismo y de la 'yolandia'. No importa, pues ella vive en el plano de los espíritus y las presencias, si se quiere, casi un brillo como de oro de polvo de hadas que cubre las solapas de los trajes de todo el que comparte con ella espacio y que la hace indestructible por la vía de la magia, pues todo el que se mete con ella queda maldito. El que ataca a Yolanda queda automáticamente retratado como el asesino de Campanilla.
De Calviño se dicen todas las cosas y no pasa nada, porque es una señora de derechas y a las mujeres de derechas se les puede insultar de cualquier manera. Están aún menos protegidas que los hombres. Nadia tiene nombre de gimnasta disciplinada de la ortodoxia presupuestaria europea. Ejecuta la danza de los 140.000 millones de euros del Next Generation y la puntúan nueve con algo los del Ecofin. Ahí se comprende perfectamente su realidad palpable y su utilidad. Estábamos en si cuando los camareros le servían por defecto la cerveza al chico y a ella, la Coca Cola, era violencia estructural contra la mujer y aquí andamos en si este invierno tendremos calefacción para el cuarto de las niñas y ginebra para encender el alma.
Las portadas siguen siendo de 'Yolandiño' desdoblado en estas dos mujeres que, dicen, se pelean por Pedro que es lo que se decía de Soraya y de Cospedal, otra gran pareja acrobática con cianuro en el anillo. Años después de aquello, Rajoy ha escrito un libro que se titula 'Política para adultos', aunque no trata de ese tipo de política de adultos que está imaginando. Me acuerdo mucho de cómo se decía que Don Mariano -'Marca', habano y colonia de Álvarez Gómez- se sentaba en La Moncloa a ver cómo las chicas se peleaban por su cariño, pues sin él no eran nada, como se vio más adelante. A Sánchez le pasa al revés. El débil es él.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.