Volver

En el aire ·
España, al borde de las elecciones, y PSOE y Podemos, al borde de un ataque de nervios

Laura Ríos

Valladolid

Viernes, 13 de septiembre 2019, 07:17

Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien». El ánimo de volver es condición natural del ser humano. Volver para reecontrarse, volver para reconciliarse, volver para demostrar, volver, volver... Ya lo decía Carlos Gardel con su cálida voz y no se ... equivocaba. Pero hay otras formas de volver, especialmente si la vuelta se produce en un escenario político. Volver a renacer. Uno renace para convertirse en la mejor versión de sí mismo; de lo contrario, no vale la pena dar el paso. Algo así se percibe en el renacimiento de Pedro Sánchez. El presidente en funciones, amigo de las vueltas, resurgió para hacerse valer entre los suyos, pero no consiguió convencer lo suficiente al electorado, tampoco a sus potenciales socios de gobierno. Así que Sánchez, «con la sien plateada», ha decidido volver. Volver a tentar a Podemos ahora con cargos e instituciones, eso sí, lejos del Consejo de Ministros. En caso de que no prospere la tercera vía, tocaría volver a las urnas en noviembre, una opción más que probable tras el nuevo desacuerdo que ambos han sumado esta misma semana. España, al borde de las elecciones, y PSOE y Podemos, al borde de un ataque de nervios.

En política uno puede volver a coronarse, y no me refiero al sentido victorioso de la etimología, más bien al irónico. En concreto, al de volver a meter la pata o el dedazo, si de Twitter hablamos. Bien sabe de ello el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que ha demostrado tener menos pelos en la lengua que su antecesor y menos tiento a la hora de teclear sobre sus adversarios políticos. Es lo que ha hecho con el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, sobre quien, tirando de fina ironía, ha escrito recientemente que es poco agraciado. No todo vale en política, que para feo e inapropiado ya está el tuit que firma el primer edil. Lo escribe un alcalde al que muchos han bautizado como el rey de los zascas y que no dudó en encomendarse al patrón de Valladolid antes de su cita con las municipales de 2015, con el anhelo de que la ciudad tuviese un alcalde 'alto y guapo', siendo él el candidato de mayor talla física de los concurrentes.

Volver a picar con la capitalidad. Valladolid es, escueza a quien escueza, la sede de las instituciones y, de facto, la capital. Abrir el melón otra vez para que sea recogido en el Estatuto de Autonomía de Castilla y León es una maniobra provocadora e innecesaria en una comunidad marcada por una sobredosis de sensibilidad territorial. José Antonio de Santiago Juárez, exvicepresidente de la Junta, ahora concejal en el Ayuntamiento de Valladolid, aprovechaba el relajo consistorial para lanzar una propuesta que lo devuelve a la primera línea mediática. De Santiago Juárez vuelve a quedarse solo, ni el PP en Valladolid ni en Castilla y León han respaldado su ocurrencia extemporánea ante la que la Junta ya ha dicho que no puede ni quiere entrar. Casi dos décadas de De Santiago Juárez con el poder de decidir y ahora resucita el fantasma de la capitalidad para que lo resuelvan otros. Y es que su regreso a la vida municipal no ha pasado inadvertido desde el minuto cero. Entonces dijo sentirse orgulloso de dejar en manos de un socialista el bastón de mando del Ayuntamiento. Ver para creer. Hay otras formas más amigables de volver. Es la vuelta por excelencia. La vuelta al cole. Las aulas han recobrado la vida esta semana. Reencuentros e ilusiones de quienes algún día volverán a renacer o a coronarse. La vida es así, un constante volver.