Este pasado mes de junio, la Ventanilla Única Empresarial (VUE) de la Cámara de Valladolid cumplió su primer cuarto de siglo. Desde su inauguración en 1999, la VUE ha allanado el camino de la creación y desarrollo de más de 7.000 empresas y ha ... atendido a más de 30.000 consultas. Esta andadura es el caso de éxito de una iniciativa que promueve el crecimiento económico y social de la provincia y, al mismo tiempo, mantiene viva la llama del espíritu emprendedor.
En la sociedad actual, la figura del emprendedor a menudo suele verse como un cuasi super héroe sin capa, pero dotado de habilidades especiales para detectar oportunidades, asumir riesgos y transformar ideas en negocios. Sin embargo, esta percepción pasa por alto un aspecto fundamental: el espíritu emprendedor no es un don reservado para unos pocos, sino una actitud inherente en todos nosotros desde el momento en que nacemos. Lo que diferencia a quienes destacan en el emprendimiento es su voluntad y esfuerzo por cultivar esa actitud a lo largo de todo su proyecto vital. Desde nuestros primeros años de vida somos creativos y con deseos de explorar todo a nuestro alcance, capaces de solucionar problemas simples con grandes dosis de imaginación. ¿No es esa, acaso, la mejor virtud emprendedora? Es necesario que desde la infancia no se sofoque la creatividad y se fomenten las habilidades blandas. Un niño que domina sus miedos y supera obstáculos más allá de sus límites, será un adulto más resiliente y capaz de liderar sus propios proyectos empresariales.
Además de la órbita educativa, el entorno sociopolítico también juega un papel fundamental en el desarrollo del emprendimiento. Es fundamental que desde las administraciones se genere un clima que facilite el camino a los emprendedores, basado no sólo en incentivos fiscales, acceso a financiación y reducción de la burocracia, sino también alejado de la crispación política y la incertidumbre. No cabe duda de que, para que cualquier Estado pueda redistribuir la riqueza, primero es necesario que esta exista, y el emprendimiento es una de las vías más efectivas para su creación.
Es indispensable garantizar que la chispa emprendedora nunca se apague y sea el motor de una sociedad próspera, pues el emprendimiento de calidad es la base para una verdadera economía vibrante, generadora de empleo, innovadora y raíz del Estado de bienestar. Y para ello es vital que, con la colaboración de administraciones e instituciones, entre las que, por supuesto, se incluye la Cámara de Comercio, promovamos la creación de espacios de impulso a la creatividad y desarrollo de ideas, generando un verdadero ecosistema empresarial de innovación urbana.
Y en ese camino, la Ventanilla Única Empresarial de la Cámara de Valladolid aspira a seguir siendo el faro que guíe a los futuros emprendedores, demostrando que, con el apoyo adecuado, es posible transformar los sueños en realidades empresariales.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.