Revolución a pecho descubierto

Delacroix pintó «La libertad guiando al pueblo» en 1830. En el cuadro, una bella y sensual parisina mostraba su torso semidesnudo, lo que provocó un gran revuelo en la época. Todos sabemos que los que se escandalizaron por ello, no se enteraron de nada. Eso ... me pasa ahora cuando veo la indignación que ha causado en algunos el gesto de Amaral en el Sonoroma al desnudarse mientras cantaba «Revolución» reivindicando la libertad de las mujeres. Libertad por ejemplo para enseñar las tetas. ¿Algún problema? Pues parece ser que sí. Los ofendiditos/as no dicen nada cuando los Red Hot Chili Peppers tocan desnudos, solo con un calcetín tapándoles la zona genital (y alguno hasta se lo quita). Ni ningún cuñao argumenta que lo hacen para vender más. O que el problema no son las tetas sino la demagogia esgrimida. O que esos derechos ya están ganados. Se olvidan de que pocos días antes Rocío Saiz vio como un policía interrumpió su concierto y la obligó a cubrirse. Así que mientras se detengan conciertos esto tendrá todo el sentido y será una reivindicación. Los gestos simbólicos no siempre se hacen para ganar derechos; a veces son necesarios para recordar a quien los quiere recortar que esos derechos son nuestros. Y no lo reduzcamos al hecho de enseñar los pechos. Ella ha hecho mucho más. Amaral señaló la luna y algunos miraron las tetas. Por eso, si un machirulo se pregunta si es necesario lo que hizo es que, efectivamente, es muy necesario. Las reacciones al gesto de Amaral muestran que en España se debe luchar de nuevo por lo que se luchó hace más de 40 años. Entonces Lola Flores, Sara Montiel, Marisol y tantísimas otras se desnudaban porque salíamos del franquismo. Amaral quizá lo haga porque algunos quieren devolvernos a aquella época. Además, las revoluciones se hacen siempre a pecho descubierto. En fin, que no quiero ni pensar qué hubiera sucedido si, por ejemplo, Yolanda Díaz hubiese protagonizado una campaña desnuda como la que protagonizó en su día Albert Rivera.