![No me vengas con anuncios](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/el_norte_2017/noticias/202006/19/media/cortadas/alboran-kd-U110550924086QAD-1248x770@El%20Norte.jpg?uuid=3b13ba5c-b189-11ea-a45e-9d67f97e29e5)
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Mila Ximénez anuncia que tiene cáncer de pulmón; Pablo Alborán, que es homosexual y Juan Carlos Unzué, que tiene ELA. Claro que lo de Pablo Alborán ha tenido más páginas y televisión. Yo ya estoy a lo Mónica Molina en 'Así en el cielo ... como en la tierra' cuando llega Enrique San Francisco a elegirla como madre del nuevo Mesías. «Dios te salve, Lola Fajardo». «Eh, eh, a mí no me vengas con anuncios».
Dice Steve Pinker que hay una equiparación absurda entre pesimismo y sofisticación, que los pesimistas son considerados más serios y moralmente superiores, que tienen prestigio intelectual. Que la explicación está en que un pesimista parece que quiere ayudarte y un optimista, venderte algo. Vale, pero la vida es una mierda o está a punto de serlo.
Eso no es pesimismo, es observación. Entre tanta queja y crispación por gilipolleces, sí que nos vendría bien un buen Apocalipsis, como diría en la película de Cuerda el Jesucristo Jesús Bonilla.
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