La venganza es un plato que se sirve frío. Casi congelado. Lo sabe bien Rosa Valdeón, la dirigente que estuvo llamada a serlo todo en la política castellana y leonesa y que se quedó en el escalón justo anterior. Huelga recordar su malogrado final político ... en dos controles policiales de alcoholemia. Es innecesario bucear en los recuerdos para actualizar la inquina mutua que se profesaban ella, el ahora presidente regional del PP y candidato a la Junta de Castilla yLeón, Alfonso Fernández Mañueco, y el ahora senador y extodopoderoso dirigente zamorano Fernando Martínez Maíllo. Y como la venganza se sirve fría, casi sin descongelar, en el remate de esta campaña, justo cuando más daño podía hacer al que es el candidato a la Junta del que fue su partido, la exvicepresidenta de Juan Vicente Herrera se fotografió el jueves por la tarde-noche en el acto electoral de Ciudadanos en Zamora junto a su candidato a la Junta, Francisco Igea.
Hay que volver al tormentoso septiembre de 2016, cuando tuvo que dimitir Rosa Valdeón como vicepresidenta de la Junta tras un primer positivo por alcoholemia en un control de la Guardia Civil cerca de Toro. La todavía no resuelta filtración del atestado acabó con tres cuartas partes de la carrera política de la política salmantina-zamorana. La imagen de aquella primera dimisión de la número dos de Herrera y consejera de Empleo se reflejó el 20 de septiembre de aquel año al pasar Valdeón del banco azul del hemiciclo, de la vera del presidente, a la segunda fila, en el tercer escaño del grupo popular, entre el mismísimo Mañueco y un Antonio Silván que ganó unos meses enteros para ser el relevo de Herrera. A fin de cuentas, el Gobierno regional había sido conformado para ejecutar el relevo del presidente. Y en los planes (no confesados) de este, antes del fatídico control de alcoholemia toresano, estaba cederle la Presidencia de la Junta a la dirigente salmantino-zamorana para que desde la jefatura del Ejecutivo regional optase a las primarias del partido por la presidencia y, por consiguiente, la candidatura de 2019. Todo se truncó con el control toresano de la Guardia Civil en el que ella dio positivo en alcohol. El resto de la historia es bien conocido: con el camino expedito, Mañueco se merendó a Silván en las primarias y se hizo con el control del partido y la candidatura. Y eso obliga a retrotraer la memoria hasta el 18 de abril de 2017. Ese día se estrenó en las Cortes regionales el nuevo organigrama del grupo popular salido de las primarias y de la victoria de Mañueco. No hubo piedad con Valdeón: la nueva direccion del partido y del grupo, con Raúl de la Hoz como portavoz, le envió al último esquinazo del hemiciclo, a la fila de atrás. Lo recibió como solo se pueden recibir esas cosas: una humillación ya que tal circunstancia fue suficientemente difundida en prensa, radio y televisión. El resto de la historia también es conocida: solo medio año después, Valdeón volvió a dar positivo en ottro control de alcohol, esta vez en Salamanca. Ese día certificó su salida definitiva de la política activa y del PP.
«En los planes (no confesados) de Herrera estaba ceder la Presidencia a Rosa Valdeón; claro, no entraba en ellos el control toresano de alcoholemia»
Hasta este jueves, cuando paseó por Zamora con Igea. Incuestionable apoyo a Ciudadanos en el peor momento del PP. Cuando Albert Rivera quiere adelantar como sea a los populares este domingo, lo que los cursis llaman 'sorpassar'. Paseo de Valdeón con Igea en la semana en la que el candidato de Ciudadanos a la Junta supo hacerse hueco entre el socialista Luis Tudanca y Mañueco en el debate de los aspirantes a presidir Castilla y León. Paseo de Valdeón con Igea en la capital de la provincia de Maíllo. Paseo de Valdeón con Igea 28 horas antes de cerrar la campaña más incierta para el PP de Castilla y León. Paseo de Valdeón con Igea, en definitiva, en el peor momento electoral del PP de Castilla y León. Porque hace cuatro años, el domingo electoral el PP aún tenía mayoría absoluta en las Cortes. Esa jornada se discutía antes del escrutinio si la mantendría, es decir, por cuánto ganaría. Cuatro años después, solo cuatro, la discusión se centra en si ganará. Así de mal está el PP regional. De mayorías absolutas por encima de 50 procuradores a darse con un canto en los dientes si tuviera 35 (Francisco Vázquez 'dixit'), que las recientes encuestas del partido no los dan. Hablan, incluso, de empate técnico con los socialistas. Paseo de Valdeón por el centro de Zamora la víspera del cierre de campaña con quien tiene las llaves de la Presidencia de la Junta, Francisco Igea, Ciudadanos, que ha hecho una campaña de menos a más hasta situarse en igualdad de plano con los dos principales rivales y hasta hace solo un mes únicos aspirantes a presidir la comunidad. Sí, la venganza se sirve muy fría, casi congelada, y Valdeón ha cocinado un plato delicassten, digno del mejor chef, contra Mañueco, con el que le devuelve la humillación de abril de 2017 en aquel esquinazo de última fila del hemiciclo. Paseo de Valdeón con Igea sin contraprestación de listas ni cargos, lo que confiere más trascendencia al gesto.
Así llega el 26-M a Castilla yLeón. Todo se juega en una baldosa. Y quien crea que esta noche se dilucidarán la Junta, las alcaldías y las diputaciones errará. Partirá con ventaja quien obtenga un escaño más que su rival más directo. Pero a medianoche se abrirá en Madrid el gran bazar electoral, en el que se decidirá quién gobierna dónde en función de mil negociaciones que serán impuestas (¡impuestas!) a populares, socialistas, centristas y podemistas en elresto de España. El gran bazar electoral no entiende de libertad de negociación en los territorios. Solo Madrid decidirá.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.