Venganza

Cuando escribo estas líneas ignoro si pasarán los Magos por mi calle ya que el Ayuntamiento y la Junta no se han puesto de acuerdo en permitirles o no darse un garbeo ciudadano. No obstante, ya desde chaval jamás soñé con su visita porque nunca ... pasaban por mi barrio, y una vez que se despistaron me dejaron una espada de madera más basta que un bocadillo de chapas de gaseosa. Otro año me endilgaron una peonza de pésima calidad que Luis el Cagueta me partió en dos con la suya y me quedé sin juguete, lo que me supuso unos zapatillazos. Por eso siempre desconfié de Melchor, Gaspar y Baltasar, que dejaban una caca en La Maruquesa y se estiraban en las casas de los ricos del centro donde, según tengo entendido, llevaban hasta trenes eléctricos, tal y como he contado alguna vez.