El necio negacionismo y las dudas que han acompañado a la llegada de las primeras vacunas no han frenado el frenesí desatado en algunos por ser inoculados antes de lo previsto. Ni la vulnerabilidad, ni la primera línea han sido capaces de sacarles los ... colores.
Publicidad
Patronos, alcaldes y cómplices descarados han pervertido los primeros compases de una estrategia que, de por sí, ya avanza a duras penas. La escasez en el suministro y la reserva de una parte de los viales nos ha dejado ante un escenario desalentador. A este ritmo, la población de Castilla y León tardará casi ocho años en ser inmunizada. Por eso conviene escuchar a expertos como el divulgador científico Alfredo Corell. Sugiere excluir de esta vacunación a quienes ya hayan pasado la enfermedad y, por tanto, ya tengan anticuerpos. Esta propuesta sería temporal solo para maximizar el proceso.
Con el avance de la vacunación a otros grupos, la picaresca a la que hemos asistido en este primer mes amenaza con agudizarse. Sospecho que a estos desvergonzados, que aprovecharán para meter brazo otra vez, no les importará que haya dependientes que todavía no estén reconocidos o que sus cuidadores ni siquiera figuren como tal. Y es que seguimos en el mismo barco, hay pocos botes y algunos se han querido agarrar al ¡sálvese quien pueda! antes de respetar el imperativo: ¡mayores y sanitarios primero!
Noticia Relacionada
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.