Uniformes

Una vez dentro, tampoco voy mirándoles la indumentaria porque lo que de verdad me agrada o me molesta es su buen o mal carácter con los viajeros, que hay de todo como en botica.

Esta es una empresa modelo que presta servicio con vehículos modernos, rutas bien diseñadas, horarios regulares y todo a precios asequibles. Lo único que no entiendo es que sea obligatorio pagar con el móvil, con una tarjeta bancaria o la recargable de la compañía: cualquier cosa menos usar dinero, lo que a veces obliga al pasajero a ir andando por no llevar encima uno de esos sistemas de pago, que puede haber olvidado o perdido media hora antes.

Entiendo que los jefazos eviten que sus trabajadores se contagien con el vil metal, pero deberían permitir que el usuario pagara la cantidad exacta, sin esperar vueltas. O que nos digan en qué momento el euro y sus divisiones han dejado de ser monedas de «curso legal». Eso me chirría más que una camiseta amarilla con zapatos de charol…