Borrar
Dos activistas de Futuro Vegetal pegan sus manos a los cuadros de Goya en el Museo del Prado. EFE
Triste, solitario y final

Triste, solitario y final

El faro de Aqualung ·

«Muchos ecologistas han declarado que esas payasadas no van con ellos y que están haciendo un gran daño a la causa»

Jueves, 17 de noviembre 2022, 00:01

Cuando un tonto coge una linde, la linde se acaba y el tonto sigue. Las payasadas se han puesto de moda. Es el signo de los tiempos. Primero fue a La Gioconda. Luego les tocó el turno a obras maestras de Monet, Picasso, Van Gogh ... o Toulouse Lautrec. En El Prado los ecovándalos han aterrizado para tocar los coquitos a las majas de Goya. Parece evidente que es cuestión de tiempo que a alguno de estos majaderos se les vaya la mano y causen un daño irreparable. Todavía hay gente que los defiende: no han estropeado ningún cuadro y dan gran visibilidad a su protesta. Habrá que darles las gracias por ser tan considerados y no atentar contra cuadros sin cristal. O por hacer que al final todos los cuadros tengan que llevar cristal o que los sustituyen por copias. Si el objetivo es llamar la atención, lo han conseguido. Si es concienciar sobre algo, no lo han hecho.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Triste, solitario y final