Carles Puigdemont. Efe

Rosseau y Hobbes, Zweig y Puigdemont

¿Cuándo hemos perdido la humanidad, en qué momento hemos decidido que podemos convivir impávidamente con el horror, con la masacre, el genocidio, el sufrimiento ajeno sin que se nos mueva una ceja?

Tomás Val

Valladolid

Jueves, 18 de enero 2024, 00:15

Puigdemont reclama competencias que no le corresponden y Sánchez se las concede aunque no le pertenezcan. Quiere que Cataluña tenga la facultad de expulsar emigrantes, de llenar un barco, o un avión o un tren y mandarlos no se sabe dónde. Petición y ... otorgamiento son igualmente estúpidas porque las dos partes saben que es imposible esa práctica e igualmente preocupantes por la maldad que desprenden. El antiguo concejal de Girona –su escaso bagaje le relegó al quinto o sexto puesto de esa lista municipal– quiere expulsar a gente y el PSOE se lo concede. Y aquí estamos todos los demás, o la mayoría, debatiendo sobre la Constitucionalidad o no de la medida, sobre el chantaje político, sobre la gobernabilidad de España sin que nos importe una higa el racismo que subyace en la propuesta, la infamia que supone decidir el destino de seres humanos como si fueran desechos. Basura y seres humanos, por ambas cosas paga el primer mundo a países más necesitados para que nos los quiten de encima. Veremos cosas asombrosas, terribles y no nos causarán el menor espanto.¿Cuándo hemos perdido la humanidad, en qué momento hemos decidido que podemos convivir impávidamente con el horror, con la masacre, el genocidio, el sufrimiento ajeno sin que se nos mueva una ceja? ¿En qué malhadado día hemos decidido que Hobbes tenía razón, que somos malos por naturaleza, y que Rousseau era un gilipollas sensiblero al proclamar la bondad innata del hombre? Ya hemos pasado antes por esto, pero se nos ha olvidado. Stefan Zwieg decidió hace más de 90 años que este mundo no merecía la pena. Stefan Zwieg y Puigdemont, qué pecado mortal que ocupen una misma frase.

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