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Dimite Tudanca, qué emocionante. Ya echaron a Lobato de Madrid, al Espadas andaluz, a Tudanca de aquí. Sánchez parece un buen lector de Tomasi di Lampedusa, el autor de El gatopardo, donde se pronuncia la célebre frase: «Si queremos que todo siga como ... está, es preciso que todo cambie». La aristocracia, la burguesía… Tudanca nunca fue un personaje célebre entre los votantes. Si alguien pronuncia ese apellido, piensan que te refieres al área de descanso de Aranda de Duero o al hotel de Miranda de Ebro. Grandes ríos. Supongo que no tiene que ser agradable retirarse de la política habiendo sido derrotado por Mañueco. Mañueco no es Kennedy. Ni siquiera es Nixon. Pero Albert Rivera lo eligió a él para que nos presidiera. Rivera era de Ciudadanos, como Igea. Pero ni castellanos ni leoneses nos hemos caracterizado nunca por ser los reyes de la fiesta. Demetrio Madrid, Aznar, Posada, Lucas, Vicente Herrera… De Reol, García Verdugo y de Constantino Nalda no me acuerdo. Chiquito de la Calzada no era ninguno. Aunque en la intimidad, quién sabe… El caso es que se va Tudanca; que, al final, se demuestra que el PSOE no es más que Ferraz y el PP, Génova. Aunque recordemos que Sánchez, que ya tiene tras de sí una larga lista de cadáveres, llegó al poder con la oposición de su partido. A lo mejor alguien, un día, se coge un Opel Corsa y se dedica a recorrer los pueblos, a visitar a los militantes prometiendo cambios, muchos. Lampedusa. Pero qué aburrido es todo, comenzar así el año. Claro, como por aquí no tenemos Trumps, ni Masks, ni Meta ni X ni Pútines pues tenemos que apañarnos con estas cositas. Feliz Año.
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