El tío de la rifa

Las víctimas que sufren el dolor cercano por la muerte de un ser querido son un engorro, un lastre, una piedra en el camino para los desalmados que consideran que lo importante es seguir en el poder y que todo lo demás debe supeditarse a ese objetivo único. No les tiembla el pulso si tienen que pactar con terroristas o separatistas, porque eso son contingencias superables si media el fin primordial. Por eso se pusieron de perfil cuando se supo que Bildu llevaba medio centenar de terroristas en sus candidaturas. No entendían el revuelo ni la indignación por algo tan 'insignificante' y tampoco alcanzaban a comprender que eso supusiera una humillación hacia las víctimas del del tiro en la nuca. ¿Candidaturas manchadas de sangre? Tonterías, eso es rasgarse las vestiduras por nada. Reaccionaron, con sordina, cuando comprobaron que la indignación por sus pactos con los etarras no decrecía y podía llegar hasta el 28M. Entonces sí, se pusieron en marcha y abrieron otra negociación para que siete de los etarras dijeran que no cogerían el acta si salían elegidos. ¿Tema resuelto? Pupa. Ahora juegan a indignarse con los antipatrióticos que se acuerdan de ETA, «porque no tienen otra cosa que ofrecer».

Tengo un amigo, abogado de prestigio, al que le paso mis artículos para evitar complicaciones y cada vez que me refiero a los de Bildu como etarras, sin matices, me alerta para que no sea tan categórico y lo sustituya por simpatizantes, bilduetarras, filoetarras, acólitos, proetarras… Yo le hago caso, aunque sé que son eufemismos, como llamar trasero al culo, porque son los propios terroristas y es el mismo Bildu los que aclaran que el espacio entre unos y otros es inexistente y que el que negocia con Bildu está negociando con ETA, porque concurren a las elecciones juntos y revueltos. Bildu es el partido de ETA y ETA es la cabeza de Bildu, como antes lo fue de Sortu o Batasuna, con la diferencia de que ahora le marcan el paso al Gobierno, razón por la que el jefe Otegui se muestra tan prepotente que hasta marca la ruta a seguir al Gobierno: «Están creando un lodazal por intereses electoralistas». ¿Las víctimas? ¡No seamos rencorosos con los pobres terroristas que, aunque no estén arrepentidos, le tienen mucho cariño a Pedro Sánchez!

El Gobierno de España sabe lo que le debe a Bildu, sabe que Otegui es un aliado necesario y sabe que tiene que pagar el peaje, a él y a sus compinches, aunque sea olvidando o superando la etapa de las pistolas. Hoy –no creo que cueste más leerlo que escribirlo–, las víctimas para el doctorcito son llorones sin causa. ¿Hasta cuándo vamos a tener abierto este capítulo del pasado? ETA pertenece a un pasado lejano, Franco a un presente palpitante. Listos.