Ana Sánchez, en el congreso del PSOE de Ávila en el que anunció que el PSOE apoyaría las enmiendas presupuestarias de Por Ávila, lo que precipitó el adelanto electoral en Castilla y León.

Testosterona electoral

LA ESPITA ·

El PSOE de Castilla y León va a tener que aprender idiomas para poder mantener hasta el 13 de febrero el nivel de insultos y descalificaciones que ha puesto en marcha

J. I. Foces

Valladolid

Domingo, 2 de enero 2022

Diez días de precampaña, desde que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, decidiese adelantar las elecciones en Castilla y León al 13 de febrero. El arranque está siendo testosterónico desde algunos ámbitos. Inquietantemente testosterónico. Puede que en el relato de la campaña ... que se inicia el día 27 estemos asistiendo a la redacción de algún capítulo de un episodio significativo que llegue a ocurrir antes del 13-F. Tiempo al tiempo. Por de pronto, es evidente que a esta precampaña le sobra testosterona desde algunas formaciones y le faltan propuestas.

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Todos los partidos de las Cortes estaban preparándose para el adelanto electoral. Todos. Por eso no es creíble ahora el pataleo que manifiestan desde algunos de ellos. Por ejemplo, el exsocio popular, Ciudadanos, cuyo candidato del 13-F, Francisco Igea, ha decidido trasladar su lugar de acción a las redes sociales, donde se muestra exageradamente activo contra su exsocio popular y contra el presidente Mañueco. Qué escocido no estará Igea con él. Y cómo de pésimos no serán los estudios demoscópicos de Ciudadanos cuando la propia Inés Arrimadas no ha tenido empacho en nombrar a dedo a su candidato a la Junta y hacerlo, además, en la persona de su otrora rival en las primarias nacionales. Esa designación digital del candidato ciudadanero ('Lecciones de democracia interna vendo que para mí no tengo') muestra que este partido está peor de lo que aparenta y que tras las debacles de Cataluña, Galicia, País Vasco y Madrid, la siguiente en ser escrita en unas urnas va a ser la de Castilla y León.

La exconsejera Ana Carlota Amigo atiende al exvicepresidente Francisco Igea en el anuncio de est de la aceptación del nomramiento a dedo como candidato de Ciudadanos. MIRIAN CHACÓN-ICAL

Otro ejemplo. Los socialistas y su elevado nivel de insultos y descalificaciones en estos primeros momentos preelectorales. Se ha desvelado estos días que una semana antes de que el presidente Mañueco adelantase las elecciones, el secretario general y candidato del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, estaba en la madrileña sede de Ferraz haciéndose las fotos de los carteles y programas. ¡Una semana antes! Luego lo del adelanto electoral no le pudo pillar por sorpresa. Si el presidente Mañueco no adelantaba las elecciones, en marzo moción de censura del PSOE, de garantizado éxito en las Cortes. Por eso llama la atención que el PSOE haya entrado en precampaña con descalificaciones e insultos. La responsable de Organización, la zamorana Ana Sánchez, está siendo la encargada de disparar contra todo lo que se mueva. Desde utilizar el término zafio para referirse a las encuestas publicadas ya por algunos medios de comunicación (entre ellos El Norte de Castilla), en las que el PP aventaja al PSOE, a tildar de corrupto e irresponsable (sic) al presidente Mañueco. A este paso, el PSOE va a necesitar usar varios idiomas antes del 13-F puesto que en castellano se le van a acabar las palabras para insultar y descalificar.

Ojo a los insultos. Por algo parecido Juan Vicente Herrera en 2011 se negó a debatir en campaña con Óscar López. Argumentó el entonces candidato popular que no podía ponerse frente a quien había hecho de la descalificación personal su 'modus operandi' electoral. Ojo a los insultos y al exceso de testosterona.

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Mañueco saluda al secretario regional de CC OO, Vicente Andrés, en la reunión en la que el presidente trató de recomponer con los agentes sociales las relaciones que deterioraron los exconsejeros de Ciudadanos. MIRIAN CHACÓN-ICAL

Y entre tanto vivir unos en las redes sociales y otros en el insulto, el presidente Mañueco y su equipo ahí van, con el macho pilón y achicando espacios al rival en el tablero preelectoral. Lleva días el presidente y candidato del PP levantándose con el que va a ser su mantra hasta el 13 de febrero: «Sanchismo o futuro». Le preguntan por la hora y responde que «Sanchismo o futuro»; le preguntan por el tiempo y contesta «Sanchismo o futuro». Le pregunten por lo que le pregunten, lo primero que dice es «Sanchismo o futuro». De tanto repetirlo (y lo que le queda hasta el 13-F), logrará que al final acabe calando su mensaje, si no lo ha hecho ya. «Sanchismo o futuro».

Eso sí, se lo ponen fácil socialistas y ciudadaneros: mientras éstos se pasan con la testosterona, los del PP, con el viento favorable de las encuestas, al macho pilón contra Pedro Sánchez.

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