Temblores
El avisador ·
«El no ser útil a nadie es lo mismo realmente que no valer nada», dejó escrito Descartes. Ante tanta necesidad, duele pensar en tantas estulticiasSecciones
Servicios
Destacamos
El avisador ·
«El no ser útil a nadie es lo mismo realmente que no valer nada», dejó escrito Descartes. Ante tanta necesidad, duele pensar en tantas estulticiasPor un momento se diría que las lenguas de lava del Cumbre Vieja se han callado. O al menos que han cedido espacio informativo ante otro tremor. El que se ha producido en Sassari, a poco más de hora y media del Monte Urtigu, ... la cabeza del Montiferru, el gran macizo volcánico de Cerdeña. Solo la noticia de la detención de Puigdemont, y su puesta a disposición judicial han conseguido desviar por unos minutos la atención sobre la isla de La Palma y su tragedia de dimensiones épicas.
De nuevo, y como ocurrió en Alemania en 2018, cuando el fugado llegó allí desde Dinamarca, Europa pondrá a prueba su coherencia judicial. La Corte de Cerdeña decidirá, en este caso, si Puigdemont debe ser extraditado a España, o si puede continuar con esas vacaciones comunitarias que disfruta desde hace cuatro años. La clave será si el tribunal sardo considera que está vigente o no la orden internacional de búsqueda y captura del expresidente de Cataluña. Un nuevo desvarío que dejará en evidencia, suceda lo que suceda, lo lejos que está todavía Europa de ser un verdadero país de países.
Un tremor, con epicentro en Cerdeña, cuya onda expansiva ya ha llegado a Cataluña. Y ha agrietado, de momento, la superficie lisa de esa mesa de negociación catalana en la que el actual presidente, Pere Aragonès, había puesto todas las esperanzas de su reinado. No se sabe si pensando que avanzará o sabiendo que no lo hará (porque es imposible) en absoluto. Pero permitiendo en todo caso que su partido continúe en el poder y siga manteniendo intactos, entre tirios y troyanos, los principios de Groucho Marx. Sentados cada uno a un lado de esa mesa, ficticia y fantasmal, Aragonès ya se ha apresurado a declarar toda su solidaridad con el 'president de presidents' de los catalanes, mientras que Sánchez ha hecho lo propio con la justicia europea. Y a esperar resultados. A estas alturas de la saga fuga de Puigdemont, un caso que sin duda se estudiará con interés en las facultades de Derecho de las universidades europeas en los próximos años, resulta impredecible calcular las proporciones del tsunami que supondría extraditarlo desde Italia y encarcelarlo en España. Algo que sin duda debería haber sucedido antes, mucho antes de llegar a esta situación tan verdaderamente kafkiana. Injusta para todos.
También a estas alturas, las del Cumbre Vieja o las del Urtigu, es difícil saber, sobre el dolor de los dramas personales, las verdaderas repercusiones que puedan tener estos tremores en esa ansiada recuperación económica, que parece que nunca termina de cumplir sus previsiones. No sé si funcionará o no la justicia europea. Pero lo que sí parece que funciona son los indicadores. Esos medidores comunitarios que ahora nos dicen que España no va a la cabeza, como en otras ocasiones, sino a la cola de la recuperación. La última rebaja de la cifra de crecimiento del PIB español, según el INE, anuncia que nos quedaremos a 8 puntos porcentuales de los niveles previos a la pandemia. Justo el doble que Italia, que se quedará a tan solo cuatro, frente a los tres de Francia o de Alemania.
Ocho puntos en el PIB o cuatro años de burlas de la justicia pueden parecer poca cosa. De hecho lo son, desde el momento en el que pensamos lo que puede sentir un ciudadano, un vecino nuestro de la isla de La Palma, cuando el volcán convierte su casa, en muchas ocasiones su vida, en humo y en ceniza. Pero lo cierto es que ni la política ni, por lo que estamos viendo, la justicia, ayudan a mejorar lo mejorable. «El no ser útil a nadie es lo mismo realmente que no valer nada», dejó escrito Descartes. Ante tanta necesidad, duele pensar en tantas estulticias.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.