Siempre hacia otro lado

Lo de mirar hacia otro lado cuando alguien necesita ayuda no es exclusivo de los germanos de los albores de la Segunda Guerra Mundial. Se vio también en las persecuciones en el Bloque del Este y aquí mismo, en España, hace no tanto a tan sólo unos kilómetros al norte de la meseta. En grupo, los seres humanos somos más valientes, pero también más cobardes.

El futbolista Kylian Mbappé quiere sentirse orgulloso de su país y por eso pide a los jóvenes que vayan a votar después de que el 70% se abstuviera en las europeas. Cree el galo que así se frenaría una posible victoria de los de Marine Le Pen. Olvida que, como ocurrió en Europa en el siglo pasado, entender el porqué es la única manera de cambiar las cosas.

Se puede demonizar a los líderes de algunos partidos, pero es peligroso hacerlo con sus votantes porque, en democracia, lo siento mucho, pero ellos son los que tienen la razón. Cuando paseo trato de verlos y no los distingo. No tienen rasgos demoníacos. Una vez más el porqué. ¿Por qué Europa ha registrado los últimos datos electorales? ¿Sólo son culpables los votantes? Simplista. Sigamos mirando hacia otro lado y (algunos) echando balones fuera que estamos en plena Eurocopa.