El secreto de la felicidad

Los españoles –no todos, pero demasiados– vivimos estresados, extenuados y apenas logramos superar cada día sin descansar lo necesario. Ni las pastillas de la alegría han frenado nuestro descenso en la clasificación del Informe Mundial de la Felicidad. Llevamos cuatro años en caída libre y actualmente ocupamos el puesto 36. Si sólo se preguntase a los menores de 30 años descenderíamos al 55.

El pesimismo parece extenderse sobre todo entre los jóvenes, a pesar de la admiración que despierta nuestro estilo de vida. Tom Charlie, un británico afincado en Madrid, asegura que somos los más felices de mundo, disfrutamos de nuestro tiempo libre y trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar. Y aun así somos el segundo país europeo en consumo de ansiolíticos.

El Instituto Nacional de Estadística, en su Encuesta Anual de Estructura Salarial, establece que el sueldo más frecuente en España es de 14.586 euros brutos anuales. Es evidente que el dinero no da la felicidad, pero una vida tranquila sí y ya se sabe que no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita. Necesitar poco, esa debe ser la clave para poder abandonar la pastilla de la felicidad. Seguro que ayuda comprarse un imán con una frase inspiradora al que mirar y ser feliz, sin necesidad de abrir la puerta del frigorífico.