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No te envidio nada. Han pasado más de 20 años y puedo sentir todavía los nervios en la boca del estómago. Comprobé ocho veces que el DNI estaba en su sitio porque la leyenda contaba que un alumno no se pudo examinar por no llevarlo ... y perdió todo un año de su vida. Entonces se llamaba selectividad, ahora EBAU, pero seguro que tus últimos meses como escolar te han parecido tan cruciales, temerosos y decisivos para tu futuro, como me lo parecieron a mí. Te lo juegas todo a una carta, o eso te hacen creer, pero déjame que te dé un consejo: no es cierto y cuanto más tranquilo vayas hoy a tu primera prueba de acceso a la universidad, mejor lo harás. Da la impresión de que es el fin y sólo es el principio. Lo pasas peor cuando vas con un objetivo claro. Es una suerte a tu edad saber lo que quieres, pero precisamente esa seguridad será la que te aporte mayor inseguridad e incremente tus temores. Pero nunca nada es tan grave como parece.
Vas bien formado, estate tranquilo. De hecho estás en uno de los mejores sistemas educativos del mundo. De los 17 posibles tienes la suerte de estar en el bueno. Ya, ya sé que la nota de corte que te piden es la misma para todos, sin distinción. Las cosas son como son y nadie dijo que la vida fuera justa y menos en un país tan variopinto y diverso como España. Te enfrentas, yendo muy bien formado, a un examen difícil y compites además contra gente peor preparada, pero con una prueba más fácil. Algún día la EBAU será la mismo para todos y entonces todo será más equitativo. Hasta entonces esfuérzate para mejorar cada día. Tú pones la medida. La vida realmente ni empieza ni acaba hoy, aunque sí le pondrá una marca. Suerte y a por ello.
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