El año nuevo

En los 80, el primer niño del año llegaba pronto, incluso en Castilla y León. Y aunque la tendencia de los últimos años nos permite vislumbrar una pequeña esperanza –el año pasado, la primera niña de toda España, Carla, nació en Salamanca–, lo cierto es que siguen sin nacer todos los bebés que necesitamos. Según los datos de los que disponemos hasta el momento, durante los primeros cinco meses del año pasado, los nacimientos crecieron un 6,5% en nuestra comunidad. Dimos la bienvenida a 5.383 nuevos castellanos y leoneses. Y el incremento se registró en todas las provincias menos en una: Soria. Si hacemos caso al histórico de los últimos años, hoy no habrá nacido aún el primer soriano de 2025. Lo normal es que lo haga mañana, pero incluso esa cifra lleva al optimismo porque, en 2019, el primero no llegó hasta el 4 de enero. Aquel fue un mal año para la natalidad.

Hoy, como tras el sorteo de la Lotería de Navidad, todos sonreiremos al ver la felicidad de los padres de los primeros niños del año. Ojalá en todas las provincias de Castilla y León nazca el suyo este 1 de enero y no tengan que esperar para conocerlos. El reto a partir de ahora es lograr que dentro de 25 años sigan todos en esta tierra. Incluso alguno podría darle la bienvenida a su hijo el primer día de 2050 en el mismo sitio donde se la dimos a él. ¿Acaso no es hoy el día de los buenos propósitos? Tenemos tarea por delante. Demasiada. De momento celebremos su llegada y la de 2025, que sea muy feliz.