Si la llamada 'clase política' tuviera una miaja de pudor se comprometería a no sacar adelante leyes educativas sin haberlas negociado y a no promover una nueva al día siguiente de llegar al poder. No sé cómo andarán estas cosas en otros países, pero en ... éste es imposible recordar los nombres que han ido adquiriendo las mismas desde que llegó la democracia. Provoca mareos saber que la duración media de cada una de estas legislaciones ha sido de cinco años, y que hasta ahora ningún Gobierno se ha resistido a aprobar la suya. La última tiene un título tan surrealista como Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación. Sí, han leído bien: es un texto orgánico que modifica otro similar, que no tardará en ser re-modificado. Dudo que exista alguna norma legal que haya cambiado tantas veces de nombre y contenido como la que se encarga de desasnar a la muchachada.
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Mientras los políticos que promueven esta LOMLOE hablan de ella como si fueran las Tablas de la Ley que recogió Moisés de la mano del Creador, los opositores ya anuncian cambios profundos cuando vuelvan a gobernar. Entretanto, mi amiga Cristina, que lleva un cuarto de siglo ejerciendo de maestra, dice que ninguna de las leyes aprobadas hasta ahora han tenido en cuenta ni a los alumnos ni a los profesores. Incluyéndola a ella, que sigue encadenando contratos precarios desde que acabó Magisterio. Surrealismo en estado puro.
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