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Solo dos años después de encabezar en Castilla y León la madre de todas las encuestas, el resultado electoral, con 35 escaños, el secretario regional, ... que no líder, del PSOE, Luis Tudanca, se pega una galleta. En el ecuador de la legislatura en la que su partido venció en las urnas, el escogido por Ferraz para cartel de la Junta se deja un escaño por provincia en Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid, y pueden ser dos en León. Se confirma así lo que lleva desde 2019 siendo un clamor: que el primer año de la legislatura no hizo nada de nada y que el segundo ha practicado una oposición tan errática que la moción de censura, que perdió en marzo ante Alfonso Fernández Mañueco, lejos de consolidarle como alternativa le hunde en los pronósticos. El portavoz del grupo mayoritario de la oposición mejor pagado de la historia regional (casi 95.000 euros/año) y su 'troupe' de 9 incondicionales (a entre casi 95.000 y 90.000 euros/año) caen a plomo en las intenciones de voto del electorado de Castilla y León, que le suspende (4,4 frente al 5,4 del presidente de la Junta).
En la encuesta que publica hoy El Norte de Castilla, realizada a final de mayo por GAD3, la consultora que dirige Narciso Michavila, el PP vuelve al primer puesto demoscópico en Castilla y León por la puerta grande que da la mayoría absoluta. En solo dos años, solo dos, pasa de los 29 escaños que le dieron las urnas, a 43, ¡dos por encima de la mayoría absoluta! La errática oposición de Tudanca (¡Ay esa moción de censura ordenada por Ferraz! ¡Ay qué pésima y vacua moción!) le echa una mano inestimable a Mañueco. De hecho, con su no hacer unas veces y su mal hacer, otras, el portavoz socialista queda consagrado como el undécimo consejero mañuequista. La 'Junta efectiva' la componen 6 consejeros del PP, 4 de Ciudadanos, Tudanca y el telediario-tertulia de las 20:30 de CyLTV, la tele que fundaran Miguel Méndez Pozo y José Luis Ulibarri en tiempos de Juan Vicente Herrera.
Pero si tenemos en cuenta que de los 24 meses transcurridos desde las pasadas elecciones autonómicas 15 se han vivido bajo una temible pandemia, es evidente que el electorado lo que reconoce es la gestión de Mañueco en estos tiempos, a la vez que castiga la acción de Pedro Sánchez. Que el rechazo a la gestión del Gobierno social-comunista sea más del doble que el que recibe la de la Junta de Castilla y León explica parte de la subida espectacular de Mañueco y el PP en este estudio demoscópico. El presidente del Gobierno central, cuya acción política muestra cada día más huellas de tinte napoleónico, aparece como la segunda de las cuatro razones que explican por qué un Mañueco a la baja en 2019 es hoy, a mitad de legislatura, quien ocupa el pódium electoral sin contestación. Tanto apoyo pierde el PSOE que los siete escaños que el estudio de GAD3 da a Vox muestran a las claras que el PSOE, Tudanca y Sánchez malgastan en Castilla y León mucho voto que se llevaron del centro en 2019, voto que regresa al PP solo dos años después, solo dos.
La tríada exterior del empuje demoscópico al PP se completa, cómo no, con Ciudadanos, el partido cuyo eclipse total queda sentenciado con la encuesta de El Norte. De 12 escaños (11 tras la moción de censura) a 1. Lo que contrasta con que sean de Ciudadanos 2 de los 5 miembros de la Junta mejor valorados, Francisco Igea,consejero de todo lo de este partido menos Cultura, porque no llega (ahí está en la encuesta el aprobado del titular de esta cartera, Javier Ortega) y Verónica Casado. Igea y Casado, Casado e Igea, pese a empeñarse en ser la cara del enfado en política, rentabilizan su permanente exposición pública, hasta ser la titular de Sanidad la que mejor nota (6,1) saca de todo el Consejo de Gobierno.
Pero Ciudadanos queda lapidado y eso va a marcar lo que queda de legislatura que, ojo, es nada menos que la mitad de la misma. Mucho tiempo, mucho; dos años, que pueden hacerse eternos y que la foto del momento que siempre es una encuesta pueden convertir en un arma de doble filo si quienes salen bien (Mañueco y el PP) no la saben gestionar. Mientras eso llega (no se olvide que los socialistas tienen otra opción de moción de censura de marzo a mayo de 2022), Mañueco tiene motivos para mirar a Tudanca con un metafórico 'sujétame el cubata', tras 15 pandémicos meses en los que el secretario regional socialista, que no líder, lleva siendo un mal capataz de Sánchez en Castilla yLeón. Así les pinta a los dos. Y les pintará peor, porque no han llegado aun los indultos a los independentistas catalanes y es pronto para calibrar el enfado del elector por tener que planchar de noche ante la carestía de la luz.
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