Qué sorpresa, la mentira

Resulta que detrás de ese pseudónimo se esconden tres varones, tres creo que guionistas que en su día decidieron escribir conjuntamente unas novelas que, increíblemente, alcanzaron gran éxito. Hay gente que, tras la concesión del Planeta –1.000.000 de euros– se ha enfadado mucho ante la mentira, ante la impostura que los tres han cometido. Imagino que la sorpresa es condición 'sine qua non' para el enfado; no nos irrita lo que esperamos. Y no entiendo ese enfado: todos sabemos que ese tinglado es una gran mentira.

Es mentira que las novelas de Carmen Mola sean buenas. Es mentira que el Planeta no esté otorgado de antemano. Es mentira que la prensa, allí reunida año tras año, no sepa que todo es un montaje, montaje del que participa. Es mentira que el jurado actúe de buena fe. Es mentira, una mentira que no se magnifica porque tres supuestos escritores utilizaran un pseudónimo e inventaran la biografía de Carmen Mola, una mediocre escritora que ha vendido miles de libros. Todo es mentira y todo el mundo lo sabemos. Qué sorpresa.