Un padre y su hijo se refrescan ante las altas temperaturas . Rodrigo Jiménez

Sofoquina

ALGO QUE DECIR ·

«No hay conversación posible donde la temperatura que estamos sufriendo y la que nos espera no sea protagonista entre amigos, vecinos, conocidos, primos y demás familia»

Paco Cantalapiedra

Valladolid

Martes, 19 de julio 2022

No recuerdo haber estado nunca tan pendiente del clima como ahora manejando tanta información. A pesar de que cuando escribo estas líneas el termómetro del comedor de casa marca 26 grados, no olvido los 41 y pico que padecimos anteayer en la calle, y tiemblo ... pensando en lo que sucederá lo que resta de semana. Hasta hace nada seguíamos con naturalidad las informaciones sobre el particular, pero creo que tardaremos en olvidar la sofoquina de este julio de 2022. Las previsiones meteorológicas, cada vez más precisas y detalladas por zonas, días y horas agobian a cualquiera, y las charlas sobre el cambio climático, el efecto invernadero y los incendios se han convertido en el pan nuestro de cada día. Esos mapas del tiempo pintados cada vez con colores más rojizos imitando a las brasas del infierno dejan poco espacio a la ilusión de que todo cambie de la noche a la mañana.

Publicidad

Los que somos un poco masoquistas vamos de un canal televisivo a otro, de ahí a las predicciones del móvil y vuelta a empezar. No hay conversación posible donde la temperatura que estamos sufriendo y la que nos espera no sea protagonista entre amigos, vecinos, conocidos, primos y demás familia. En mi edificio creo que no queda nadie hablando de otra cosa, lo cual agobia todavía más.

Solo nos queda una esperanza en medio de tanta quemazón: que el refranero popular no se equivoque y en agosto tengamos frío en rostro.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad