'Somos socialistas, pero antes leonesistas'
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Rincón por Rincón ·
José Antonio DÍez reabre el debate sobre el leonesismo. Lo hace sin miramientos y sin atender a las voces que en su propio partido le han instado a moderar el discursoEl 4 de mayo de 1984, salieron a las calles en la ciudad de León más de 90.000 personas, según la Policía Local. La masa, que se movía entre banderas y música tradicional, ocupó entonces las principales arterias de la ciudad para reclamar una ... autonomía propia para la Región Leonesa.
En medio de la manifestación, portada por una veintena de representantes del Partido Socialista Obrero Español y flanqueada por un buen número de banderas de León, se mostraba una pancarta de doce metros de largo y un metro de altura en la que se podía leer: 'Somos socialistas, pero antes leonesistas'.
Aquella pancarta, aún visible hoy en blanco y negro, evidenciaba la corriente interna que entonces existía en el PSOE leonés y que evidenciaba su desencuentro con quienes desde otras provincias y dentro de la misma formación esgrimían la necesidad de que el leonesismo fuera apartado del socialismo.
Históricamente en el seno del socialismo el leonesismo se había hecho un hueco alentado por la figura de Baldomero Lozano, un político al que la historia no ha hecho justicia y que, sin ser leonés, siempre tuvo en su mente la defensa de León, de su historia, y de sus derechos políticos.
Lozano fue al mismo tiempo un gran socialista y un ferviente defensor de la autonomía leonesa. Haciendo uso de la libertad política, se desmarcó del 'aparato' del partido y llegó a sumar tantos adeptos a sus posicionamientos que formó una corriente leonesista viva y activa en las filas del PSOE.
Él, autor intelectual de aquella pancarta, siempre se rebeló ante su partido ante la falta de una consulta al pueblo leonés y, según recuerdan las crónicas, decidió no acudir a la reunión de parlamentarios de León y Castilla la Vieja celebrada en Ávila, en febrero de 1978, para evidenciar su posición ajena a una autonomía que no era del agrado del socialismo.
La repentina muerte de Baldomero Lozano, a los 38 años, apagó al mismo tiempo la voz más reivindicativa del socialismo en Madrid y puso fin a una fulgurante y exitosa carrera política como diputado nacional.
Cuatro décadas después de aquella pérdida otro socialista, José Antonio DÍez, reabre el debate sobre el leonesismo. Lo hace sin miramientos y sin atender a las voces que en su propio partido le han instado a moderar el discurso.
«No podemos estar en esta comunidad, no es nuestra comunidad». «No somos castellanos, somos leoneses». «El cambio del marco autonómico encaja en la Constitución». estas son algunas frases que ha dejado en el camino y que a un lado han provocado admiración, y al otro, tiritona.
Ocurra lo que ocurra con el paso del tiempo, no se podrá culpar a DÍez por tener un pensamiento propio, tampoco se le podrá recriminar el hecho de defender una idea que siempre estuvo en el seno del socialismo, y desde luego no será culpable de decir en voz alta aquello que no pocos de sus compañeros piensan en un acomodado silencio.
El alcalde de León y secretario general de la agrupación local del PSOE ha llevado al altavoz un pensamiento que no es único, ni personal. Con ello rompe la serenidad del 'establishment' socialista, al mismo tiempo que alienta a abrir un debate que permanentemente ha querido ser mitigado. «León es León y Castilla es Castilla», ha remarcado el edil.
Y ante todo ello, caben dos posicionamientos, aquel que apueste por avanzar hacia una ruptura, y el de quienes crean que reequilibrando una autonomía llena de desequilibrios se pueda mantener una necesaria entente en una comunidad en la que conviven dos regiones. Y el resto son pamplinas.
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