Tú a Sitges y yo a Brañosera, Quim

Otro verano, sin ti, quizá hubiéramos ido a turistear la mejor Cataluña, pero porque es parte de nosotros y un día nos da por la Costa Brava y otro día por la ventolera del gótico, lo mismo en Burgos que en BCN.

Si yo quiero refregarme de Mediterráneo en la Barceloneta, lo haré, pero este año ni pasaré por Soria, ni me verán por el Campo de Borja, ni cruzaré Zaragoza a la hora de la siesta para ver atardecer en el Puerto Viejo. Yo me vuelvo a Brañosera –donde se inventó el municipalismo, y no fue un catalán–, con mis osos y mis lobos, a volar el dron y a ponerme hasta arriba de venado en Cervera, donde tienen un criadero de marisco que ni L'Aquàrium.

El cuerpo es que me pide eso, Quim. Monte y amor, 'chiruca' y rebequita por la noche. Y aún no sé si iré con perro y sin rubia, con rubia y sin perro, o solo con Jorge, que padece como una viudedad psicológica. Ya te digo, 'molt honorapla', que cuadrarte con el turismo los 'jurdós' que le quitaste a un sanitario para dárselos a TV3 no es el único motivo de que este verano no me vaya a tu tierra, que es la mía.

Si en otoño no hay virus y los llamas a «apretar», quizás me veas al otro lado de la barricada. Y gastando en los bares...