Los populares llegan a las elecciones del 28 de mayo en Valladolid sin haber resuelto aún la sustitución de Javier León. Hace 8 años que el exregidor salió de la Alcaldía y su partido sigue experimentando en el pasado
La designación de Ramiro Ruiz Medrano como director de la campaña del candidato a la fuerza a la Alcaldía de Valladolid por el PP, Jesús Julio Carnero, pone de manifiesto el tapón que tiene esta formación política vallisoletana, en la que el verbo renovar no ... se conjuga. Ruiz Medrano lleva 34 años, más de media vida, en puestos políticos de máxima relevancia y retribución. Ha sido presidente de la Diputación de Valladolid, diputado nacional, senador, delegado del Gobierno, vicepresidente y presidente de las Cortes y, ahora, procurador regional. Todo eso en puestos institucionales. En cargos orgánicos fue secretario y presidente provincial de los populares vallisoletanos. Dejó este último hace casi seis años. Cuando llegó a él, en 2008, el PP gobernaba con mayoría absoluta la capital y la provincia. Cuando dejó de ser presidente provincial, los populares habían perdido la Alcaldía vallisoletana y gobernaban la Diputación sin mayoría absoluta. Ahora, tras seis años de ostracismo en un escaño –bien remunerado, eso sí– de las Cortes, el consejero de la Junta al que el PP presenta a la Alcaldía le acaba de rescatar para la primera línea de acción electoral.
Carnero fue número dos de Medrano en el partido y después le sustituyó como presidente. Que se haya inclinado por su antecesor para que le dirija la campaña municipal ha sorprendido a propios y extraños. Un Carnero acostumbrado al ordeno y mando, que ha conferido a sus acciones políticas un marcado personalismo, no parece que vaya a someterse al criterio de Medrano, ni de nadie, a estas alturas de su vida política. Máxime, siendo la cara de Carnero y no la de Medrano la que irá en el cartel. Y más aún habiendo dejado claro que si es candidato a la Alcaldía es porque se lo ha pedido (sic) el presidente de la Junta y del PP regional, Alfonso Fernández Mañueco.
Puertas adentro del partido, que Ruiz Medrano sea director de la campaña del candidato a alcalde incluso ha provocado mayoritariamente una sensación similar al desencanto. Por lo que supone de volver al pasado, y no al más exitoso, por cierto, de esta formación. Muchos han desempolvado recuerdos de la etapa previa a la designación de Francisco Javier León de la Riva a las elecciones municipales de 2015, la séptima vez que era cartel electoral en Valladolid. Conviene bucear en aquellos meses de finales de 2014 y principios de 2015.
Javier León protagonizó de 2011 a 2015 el más polémico de sus cinco mandatos con mayoría absoluta. Llegaba a la precampaña de mayo procesado por un delito de desobediencia, al haber retrasado casi cinco años la ejecución de una sentencia que obligaba al Ayuntamiento a restaurar la legalidad en el edificio de Caja Duero, en el que se habían cometido distintas irregularidades urbanísticas, en la Plaza de Zorrilla, donde además el propio alcalde popular tiene un piso. El PP temía entonces más que a un nublado que Javier León deseara optar por séptima vez consecutiva al cartel electoral porque el procesamiento del regidor hacía prever que la vista oral se celebrase a las puertas de la campaña, como así fue, y que incluso pudiera salir sentencia días antes de las elecciones (fue emitida después). Y si esta era condenatoria (que lo fue), la campaña quedaría fulminada para el PP, que no tenía recambio para Javier León.
A finales de 2014, el presidente regional del partido, Juan Vicente Herrera, llegó un momento en el que empezó a trabajar con discreción en el único nombre que hubiese aceptado Javier León como relevo: José Antonio de Santiago-Juárez, en ese momento consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta. Comenzó la 'Operación Tapado'. A final de febrero de 2015, le convenció para que asumiera la candidatura. Este puso dos condiciones. La primera, que Javier León aceptase voluntariamente el relevo en el cartel electoral. La segunda, que el partido le situase un número dos de perfil lo suficientemente político como para encargarse de parte de las tareas de la acción que conlleva la Alcaldía, que entonces el PP no daba por perdida. Ni Ramiro Ruiz Medrano, presidente del partido, ni Jesús Julio Carnero, secretario general, se atrevieron a plantear esa opción a Javier León. Así que la segunda condición, para la que el propio Ruiz Medrano tenía todas las papeletas, ni se activó.
Nunca se sabrá si como candidato el psiquiatra vallisoletano habría mantenido el bastón de mando para el PP, pero desde entonces los populares viven en la capital bajo el síndrome de aquella 'Operación Tapado'. Experimentaron con Pilar del Olmo en 2019 (y De Santiago-Juárez como su número dos e ideólogo programático) y no recuperaron la Alcaldía. Y ahora es el tándem Carnero-Medrano, que en 2015 no activó la 'Operación Tapado', el que vuelve a la primera línea de acción electoral por el PP, un partido que en Valladolid no conjuga el verbo renovar y que siente el aliento de Vox en la nuca.
Límite de sesiones alcanzadas
El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a las vez.
Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Sesión cerrada
Al iniciar sesión desde un dispositivo distinto, por seguridad, se cerró la última sesión en este.
Para continuar disfrutando de su suscripción digital, inicie sesión en este dispositivo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.