Las noticias más leídas del sábado 8 de febrero en El Norte de Castilla

Si no fuera porque las consecuencias de la sexta ola de la pandemia están siendo mucho menos graves que las anteriores, un buen número de los que están deprimidos valorarían la posibilidad de inmolarse. Porque, reconozcámoslo, el día a día de esta calamidad no puede ... ser más desalentador: a las cifras milenarias de nuevos contagios, de UCI ocupadas, del colapso de algunos hospitales y de casi todos los ambulatorios, hay que añadir el 'lavado de manos' de los líderes de la nación trasladando toda responsabilidad a las diecisiete autonomías. Y éstas últimas, dependiendo del buen saber y entender de los señores jueces, que lo que prohíben aquí lo autorizan allá o viceversa, desbarajuste que ha convertido la situación en un sindiós, vocablo que el Diccionario de la Academia califica de «caos o desorden».

Publicidad

Por si faltaba algún detalle más para acabar con la moral por los suelos aquí tiene, desocupado lector, el presente reportaje sobre pacientes reinfectados una y otra vez. Hasta hace nada, cuando alguien nos decía que ya había pasado la enfermedad sentíamos cierta envidia pensando que el contagiado se había librado de una buena. Pero superar esta maldición no nos libra de volver a pisar la misma mierda. Para reflejar esta actividad tan repetitiva algunos hablan del Día de la Marmota; yo prefiero recordar una frase más viejuna: esto es el cuento de nunca acabar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad